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Las condiciones laborales de los empleados en Galicia

Los gallegos dan un notable a su trabajo pero se quejan de los bajos salarios y el freno para ascender

Los ocupados otorgan las mejores notas a la relación con los compañeros y la seguridad y prevención de riesgos en su puesto -Solo un 7% está muy satisfecho con su sueldo

¿Qué nota le ponen los gallegos a sus trabajos?

La salida de la doble recesión deja un sabor de boca muy diferente entre los que sobrevivieron a las disparadas tasas de paro, hasta un 27% durante el primer trimestre de 2013, y los que todavía siguen al margen de la recuperación de la actividad. Para muchos, tener un puesto de trabajo se ha convertido casi en un privilegio y pesa más estar contratado que las condiciones no sean precisamente las mejores. Por eso, pese a las críticas por los salarios bajos, la percepción de que es difícil desarrollar una carrera profesional y la falta de ayudas sociales en las empresas, los gallegos dan un notable a su empleo. La puntuación media a la satisfacción en la ocupación que desempeñan alcanzó en 2016 un 7,18, según la Encuesta Estructural a los Hogares elaborada por el Instituto Galego de Estatística (IGE). Mejor incluso que la valoración de 2007, en plena bonanza económica (7,08); y por encima también de 2001 (6,66).

La relación con los compañeros se lleva la mejor opinión de los gallegos. Cerca de un 8 en una escala que va del 0, "nada satisfecho", al 10. Solo un 2,9% de los asalariados de la comunidad otorga entre un 0 y un 4 al entorno con los colegas y casi cuatro de cada diez elevan la puntuación más allá del 9. Aunque es algo más baja, la interacción con los jefes no recibe tampoco una nota mala. Sigue alrededor del notable: 7,38. El 7% deja a sus superiores fuera del aprobado, mientras que merecen un sobresaliente para el 30% de los empleados.

Las condiciones de seguridad y prevención de riesgos laborales recibe un 7,53. Es otro de los principales factores que juegan a favor de la satisfacción laboral en Galicia. La falta de medidas de protección afecta al 4,6% de los asalariados y un 20% aprueba a su compañía en prevención, pero por los pelos. En cuanto a las condiciones ambientales en las que realiza sus tareas -iluminación, temperatura, ruido o el espacio reservado-, la media se sitúa en el 7,1.

En un territorio en el que las distancias se parecen muy poco a las de las grandes ciudades españolas, la satisfacción con el tiempo que lleva ir de casa al centro de trabajo es evidente: un 7,38. Un tercio de los trabajadores de la región eleva su nota a entre un 9 y un 10, mientras que la distancia sí es un problema para el 9,4%.

¿Qué es lo peor visto por los gallegos en su trabajo? Que la empresa no les eche una mano para pagar la vivienda, el transporte o los estudios de los hijos. Las tradicionales ayudas sociales, hoy en peligro de extinción. El nivel de satisfacción se desploma en este caso a un diminuto 2,39, según el IGE. Únicamente consigue el sobresaliente del 2% de los empleados de la comunidad.

Poca nota más va para las perspectivas de proyección personal. La mayoría de los ocupados gallegos (el 52%) lo dan prácticamente por imposible. Su puntuación va del 0 y al 4. Ve posibilidades reales de ascenso cerca del 5%. La nota media de satisfacción así se queda en el 3,67.

La opción de conciliar con la familia no llega tampoco al aprobado: 4,56. El 38% de los trabajadores está nada o muy poco satisfecho respecto a su empresa en este aspecto; y un 34% se mueve entre el 5 y el 6. En cuanto a las oportunidades de formación, la media ronda el 4,7. El 39% baja a menos de un 4.

Los salarios, a menudo la principal motivación para medir el bienestar laboral y razón de cambio de trabajo, logran un aprobado muy justo. Un 5,5, como recoge la encuesta del IGE. Para la cuarta parte de los gallegos, es claramente insuficiente (entre 0 y 4 en la escala de satisfacción) y un 38% otorga a su sueldo entre un 5 y un 6. Apenas el 7% supera una nota de 9.

Tanto el ritmo de trabajo, como la estabilidad y el horario se quedan lejos de la puntuación de satisfacción media, con un 6,13, un 6,77 y un 6,38, respectivamente. De los tres parámetros, el que aglutina un mayor porcentaje de bajas valoraciones es el de la carga laboral -un 20% revela un bajo nivel de satisfacción-, mientras que el 29% de los asalariados gallegos considera que su puesto es muy estable.

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