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Solo un 14 por ciento de las mujeres gallegas decide ser madre sin tener trabajo

Tras la crisis son la mitad las amas de casa que forman o amplian familia: menos de 3.000 en un año

Madres en el parque infantil de Navia, en Vigo

Tener un trabajo, y además estable y de calidad, ayuda a tomar la decisión de ser madre. Sin empleos, no hay hijos, parece una máxima que se aplican muchas mujeres en Galicia en la actualidad. La seguridad económica que supone una nómina pesa cada vez más en la decisión de quedarse embarazada. Las estadísticas evidencian el cambio social. Las mujeres se han incorporado con normalidad al mercado laboral, y son menos las que se quedan en casa, pero también son cada vez menos las que sin un trabajo se animan a tener un hijo. Hace dos décadas, cuatro de cada diez mujeres que tenían descendencia no trabajaban. Ahora solo son el 14%.

En números absolutos, en Galicia en 1996 nacían menos niños que en 2015. Fueron 18.597 frente a 19.427. Sin embargo, en el siglo pasado 7.204 mujeres que tomaban la decisión de ser madres eran inactivas. En 2015, último año en el que el Instituto Galego de Estatística ofrece datos sobre la situación laboral de las madres, eran solo 2.801, es decir, el 14,4% del total. Un porcentaje que 20 años atrás alcanzaba casi el 39%. Casi el triple.

La solución a la grave crisis demográfica que asola Galicia es económica. Con empleos de calidad y estables, los jóvenes no emigrarán y los que se queden se animarán a tener hijos. Serán necesarias otras medidas, como ayudas a la conciliación familiar, pero sin seguridad económica es muy complicado dar el paso de ampliar familia. La crisis económica así lo demuestra. En 2007, 4.158 mujeres que declaran ser amas de casa tuvieron un hijo, en 2015, la cifra de mujeres que se dedicaba a la tareas del hogar y se quedaban embarazadas cayó a la mitad: 2.451.

Más cambios

En dos décadas, la maternidad ha cambiado y mucho, igual que la sociedad. Las mujeres estudian más, acceden al mercado laboral, retrasan la edad de la maternidad porque van a la Universidad, porque buscan estabilidad laboral, porque disfrutan de la juventud, porque se dan tiempo para buscar la pareja definitiva, ... Otro cambio: En 1996, eran minoría las que ingresaban en el paritorio sin antes haber pasado por la vicaría o el juzgado para formalizar la relación con el futuro padre. 16.610 madres estaban casadas y solo 1.987 se declaraban solteras. En 2016, se han multiplicado por cuatro las mujeres solteras, con o sin pareja, que deciden formar una familia. Fueron 8.351, frente a 10.433 que están casadas.

Hace dos décadas, tenían hijos cuando se acercaban a la treintena. La decisión se ha demorado y en 2016, la edad más elegida son los 35 años. Las mujeres que tenían hijos con 40 años sumaban 136 hace veinte años, y ahora son 691.

Las mujeres que deciden ser madres sin tener un trabajo son cada vez menos porque cada vez son más las mujeres que dan el salto al mercado laboral, pero también por una cuestión económica. Una reciente encuesta del IGE dejó al descubierto que casi 75.000 gallegas dudan de si tener hijos debido a su inestabilidad laboral, a los bajos salarios y la incompatibilidad de horarios. Es decir, aún trabajando, se lo piensan mucho antes de traer niños al mundo. Más vueltas les dan si están en las listas del paro, y aunque su pareja tenga trabajo. El cuidado de un hijo, el pago de la hipoteca, el gasto en alimentación, ... se puede hacer muy pesado para una sola nómina.

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