El BNG aprovechó el homenaje al galleguista y exalcalde de Santiago Ánxel Casal, que fue asesinado hace 81 años en Cacheiras por las tropas golpistas, para criticar la situación del pazo de Meirás, propiedad de la familia del dictador Francisco Franco. "Sus asesinos y sus descendientes siguen disfrutando del pazo de Meirás y haciendo apología del genocidio sin que el Gobierno gallego ni el español muevan un solo dedo", censuró el portavoz del Bloque en la capital gallega, Rubén Cela, en alusión a la asunción de la gestión de las visitas ciudadanas a la propiedad, declarada Bien de Interés Cultural, por parte de la fundación Franco.

A Casal, continuó Cela en un acto celebrado frente al edificio donde estuvieron los talleres de la editorial Nós fundada por el represaliado, "lo mataron por defender inquebrantablemente sus convicciones: la defensa de Galicia y de sus derechos nacionales, la democracia, la libertad y una sociedad más justa".

"Si pudiese estar entre nosotros podría comprobar como después de esa dictadura no vino una democracia plena, sino una transición fraudulenta pactada entre la derecha y la izquierda española", sostuvo Cela, que criticó la oposición del Gobierno central a un referéndum de autodeterminación en Cataluña. En el caso de Galicia pidió seguir un camino propio hacia la independencia.