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Los impagos de dueños e inquilinos de viviendas públicas superan los 55 millones

La Xunta acumula recibos sin cobrar desde el año 2000 y ve muy difícil embolsarlos

Edificio con viviendas de protección autonómica. // Bernabé/Javier Lalín

La Xunta arrastra impagos en viviendas públicas de más de 55,3 millones de euros con deudas que se remontan en algunos casos hasta el año 2000. Por ello, el Gobierno gallego considera que esos 55,3 millones son de "dudoso cobro". Así figura en la Cuenta Xeral de la Comunidad Autonómica de 2015, la última hecha pública. Un año antes, la deuda ascendía a 54,7 millones.

La deuda incluye impagos por el alquiler de viviendas de promoción, pero también recibos sin saldar de la comunidad de vecinos o pagos de hipotecas de viviendas de protección que asumió la Xunta al no tener sus dueños con que hacer frente. En pleno azote de la crisis económica, que se cebó en las familias con menos recursos, el Instituto Galego de Vivenda e Solo no quiso deshauciar familias y a cambio cargó con recibos sin pagar, pero no desalojó a nadie ni embargó a familias con escasos recursos económicos. Así en algunos casos asumió la deuda que los hogares tenían con los bancos y les permitió seguir en el piso en régimen de alquiler, a otros les dejó continuar morando en la vivienda aunque no pudiesen pagar tampoco el alquiler, e incluso se hizo cargo de recibos de la comunidad, luz y agua sin abonar.

No todos los casos de morosidad coinciden con el estallido de la crisis económica. En las cuentas del Instituto Galego de Vivenda e Solo aparecen deudas con una antigüedad de 17 años. Los adeudos son múltiples y las cantidades muy diferentes. Descubiertos de 17.997 euros, 975 euros, 1.867 euros o 412,80 euros.

La Xunta computa como deuda de dudoso cobro todas las que superan un año de antigüedad, pero al cierre de 2015 contabilizaba otros 20, 8 millones de euros en recibos pendientes de cobro y emitidos ese mismo año y que aún confía en recuperar. Eso sí, será difícil que recupere todo, porque en esta última cifra se incluyen los impagos de 2015 de inquilinos que ya llevan años sin pagar un recibo.

Para hacernos una idea de la magnitud de la deuda de 55 millones que arrastra el IGVS, en 2015 el Instituto de Vivienda ingresó por alquiler de inmuebles 3,2 millones de euros y 6,1 por la venta de viviendas, locales y terrenos. Los impagos multiplican por 6 los ingresos que obtiene por alquiler y venta de inmuebles.

Ejecución

El Instituto Galego de Vivenda e Solo manejó en 2015 un presupuesto de 129 millones, con un grado de ejecución del 69,5%, una cifra de cumplimiento mayor que un año antes, cuando rozaba el 62%.

El presupuesto además se elevó casi un 53% con respecto a las previsiones iniciales, al sumar casi 40 millones de inversiones no ejecutadas de ejercicios anteriores. En concreto, en 2014 disponía de 34,1 millones de euros para facilitar la adquisición o alquiler de un piso, pero sólo se gastaron 12 millones de euros. Es decir, se utilizó un 35% del dinero disponible y quedó sin usar el 65% restante.

Los propietarios particulares que alquilan un piso deben depositar la fianza que les da el inquilino en una cuenta del IGVS, si no se arriesgan a multas de hasta 3.000 euros.

En 2015, el Instituto arrancó el año con 42,2 millones de euros en esa cuenta bancaria, la firma de nuevos arrendamientos le permitió ingresar otros 22 millones de euros, pero la disolución de otros alquileres le obligó a devolver 10 millones. En conclusión, la Xunta maneja 54,7 millones de las fianzas de particulares, y por ley puede usar el 70% para con un coste cero subvencionar, por ejemplo, a los concellos de menos de 50.000 habitantes para que rehabiliten y restauren su patrimonio.

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