Una semana después de la campaña de control del consumo de alcohol y drogas al volante, la DGT pone en el punto de mira otra de las lacras de la accidentalidad: el exceso de velocidad. A partir del lunes, los conductores deberán estar más atentos que de costumbre a la señalización ya que tanto en carreteras convencionales (las que disponen de un solo carril y en cada sentido) y en las vías urbanas se reforzará la vigilancia para evitar que se pise más de la cuenta el acelerador.

Este operativo, que se desarrollará hasta el domingo día 27, forma parte de la programación anual de la DGT y el objetivo, según apuntan desde el departamento que dirige Gregorio Serrano, es conseguir una mayor reducción de la velocidad media y disminuir los niveles alcanzados de grandes excesos. "Se trata de concienciar a los conductores de la estrecha relación entre una velocidad inadecuada y los accidentes", destacan desde Tráfico.

A diferencia de la incompatibilidad entre el alcohol y la conducción, o el uso del cinturón de seguridad y del casco, que no son cuestionados, la consideración de la velocidad como factor de riesgo no ha adquirido el mismo nivel de aceptación entre los conductores. Y ello a pesar de que en el 20% de los accidentes mortales registrados en vías interurbanas españolas se apreció la velocidad como factor concurrente. "A partir de 80 kilómetros por hora es prácticamente imposible que un peatón se salve de un atropello, mientras que a una velocidad de 30 km/h el riesgo se reduce al 10 %", explica la DGT en el comunicado remitido ayer

En la campaña especial de control de velocidad que se llevó a cabo en Galicia en agosto del año pasado -desde el 22 hasta el 28-, fueron controlados un total de 70.559 vehículos y se formularon 2.451 denuncias. La tasa de infracciones en materia de velocidad fue del 3,5%, con una media de 350 conductores sancionados cada día en las carreteras gallegas.