Presencia de un radar, controles de alcohol o drogas, dispositivos de vigilancia de velocidad, atascos, accidentes de tráfico... En los últimos cinco años se ha disparado el uso por parte de los conductores de aplicaciones de móvil que avisan de cada incidencia en carretera. No hay ninguna legislación que prohíba esta comunicación, siempre y cuando no se haga mientras se está volante. Para combatir al enemigo, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil ha optado por aliarse con él. Y lo hace infiltrándose en las redes sociales para rastrear los avisos que los usuarios lanzan sobre los distintos dispositivos de vigilancia programados en carretera y así cambiar su ubicación para evitar que los conductores conozcan los puntos donde se encuentran y reducir al mínimo el riesgo de sufrir un accidente.

La herramienta más utilizada por los conductores en Galicia es SocialDrive, una aplicación creada por dos gallegos de la comarca de Ferrol y que ya ronda los dos millones de usuarios en España -unos 400.000 en la comunidad gallega-. La iniciativa surgió hace ya siete años al comprobar que algunos conductores alertaban a través de WhatsApp o Facebook de la existencia de controles de tráfico.

"Las nuevas tecnologías están ahí. Nadie puede ser ajeno a ellas, pero como todo: tienen sus ventajas y sus inconvenientes", reflexiona el capitán de la Guardia Civil Jesús del Río Caamaño. Estas aplicaciones que avisan de cada control de Tráfico, advierte el exjefe del Destacamento de Tráfico de A Coruña, añaden un "plus de dificultad" a la actividad diaria de la Agrupación. "Obliga a tener que montar y desmontar controles de manera continua. Incluso ha llegado a ocurrir que no se había ni terminado de montar un control y ya estaba anunciado en la red", relata el capitán Del Río.

Las consecuencias de estos avisos en las redes sociales en un territorio como Galicia pueden ser nefastas debido a la dispersión y orografía de la comunidad. Su configuración hace que se tenga que utilizar el vehículo para cualquier desplazamiento y el temor a la denuncia hace que los infractores opten por carreteras menos seguras para evitar el control de turno. Con miles de kilómetros de vías secundarias y pistas, a las patrullas de Tráfico les resulta imposible cubrir toda la red. "Suelen utilizar vías secundarias y no se valora el riesgo que ello supone, porque están en peores condiciones, tienen menos señalización, menos ancho de vía, maleza...", detalla Del Río. "El riesgo de tener un accidente en una carretera secundaria al intentar evitar un control -advierte- se multiplica, es infinitamente superior".

Y además, según añade, otra de las consecuencias de estos avisos es que permiten a los delincuentes eludir ese control. "Ser conductor solidario puede terminar con tu vida o la de tus seres queridos", advierte Héctor Teixeira, delegado en Galicia de la Asociación Pro Guardia Civil.