Tras quedar dominado el incendio de Abrantes, iniciado hace tres días, las altas temperaturas y fuertes vientos que registra Portugal han trasladado el riesgo a decenas de pequeños focos cuya proliferación ha marcado ya récord anual. Aún así, la autovía que une Oporto con Galicia fue reabierta al tráfico a última hora de la noche del viernes, tras permanecer cortada por culpa de un fuego cercano durante toda la tarde.

El dominio de las llamas de Abrantes, conseguido alrededor del mediodía local, ha supuesto un alivio para las autoridades lusas, que habían desplegado en este municipio del centro del país el grueso de sus efectivos.Mientras el alivio llegaba a Abrantes, la preocupación se extendía al resto de Portugal, donde el número de pequeños incendios varía en cuestión de minutos, llegando a pasar de cuatro fuegos activos a 18 en apenas hora y media.

En Galicia al final de la tarde la Consellería de Medio Rural informaba de dos incendios. Tras quedar extinguido el declarado en la parroquia de Lebozán, en Lalín, que quemó 36 hectáreas, permanecían controlados los registrados en Pantón (Lugo), con 33 hectáreas afectadas, y el de Maside, en la parroquia de Piñeiro, donde ardieron 29,6 hectáreas. Vecinos de Zamora y Ourense de la localidad de Castromil, situada en el ayuntamiento zamorano de Hermisende, el límite entre ambas provincias, ayudaron la pasada madrugada en las labores de extinción de otro incendio forestal que llegó hasta las inmediaciones del casco urbano de este pueblo.