Después del gran incendio forestal que arrasó cerca de 1.400 hectáreas en los municipios de Verín y Vilardevós, la Guardia Civil reforzará su vigilancia en el sur de la provincia de Ourense para evitar nuevos fuegos y perseguir a los incendiarios.

Así, lo decidió ayer el Comité de Coordinación Policial Antiincendios Forestales -del que forman parte diversos cuerpos del Estado y la Xunta-. El delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, informó de que, además de las escuadras de caballerías ya existentes en el sur ourensano, se "va a potenciar" la presencia de la Guardia Civil a través de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS).

Así, se prestará especial atención a municipios como Verín y Cualedro, pero "sin descuidar otras zonas de Galicia", según remarcó el delegado del Gobierno.

Al respecto, Villanueva señaló que "de forma directa o indirecta" en Galicia trabajan unos 3.000 efectivos entre Guardia Civil, Policía Nacional y Autonómica en diversas tareas contra el fuego.

También trabajan dos helicópteros de la Guardia Civil en labores de vigilancia, así como drones, por lo que "no se van a escatimar recursos" para detener a los autores de los fuegos.

El pasado martes el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, defendió que "la Xunta cumplió con su deber" en el gran incendio forestal que afectó a Verín. "Y espero que cada ayuntamiento, incluido el de Verín, también cumpla con el suyo", emplazó.

Tras estas palabras, la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, insistió en pedir "sensatez" y "responsabilidad" al Ayuntamiento de Verín, después de que aprobase en pleno extraordinario reclamar a la Xunta más medios para la lucha contra el fuego.

Así, recalcó que "el fuego no es un problema político, es un problema de Galicia" y "cada uno ha de saber sus responsabilidades".

En esta línea, reprochó que al alcalde de Verín, Gerardo Seoane, "se le explicó al día siguiente" el operativo, "porque hacía ciertas afirmaciones que eran inciertas" sobre a qué hora llegaron los medios aéreos.

De tal forma, insta a los alcaldes a acercarse "a los centros de mando" en los incendios "para ver cómo operan" y "conocer de primera mano que está aconteciendo".

Además, la conselleira censuró que la Xunta tiene "tiene conveniadas dos brigadas" con el Ayuntamiento de Verín, y "ninguna de ellas estuvo en el operativo el primer día". "Una de las causas parece ser que una de las brigadas fue contratada el día 31 de julio", lamenta, "y la otra brigada se desconoce si fue contratada aún o no".

Por tal motivo, avisa de que "cada uno tiene que hacer análisis de lo que hace en su propia casa y a partir de ahí exigencias, pero exigencias con argumentos".

A renglón seguido, Ángeles Vázquez defendió que el operativo contra el fuego funciona "muy bien" y está "perfectamente coordinado". Y aclaró que "lo que se quemó en Verín era monte productivo" y "ordenado".

"A partir de ahí hay alguien que quiere acabar con las bondades de Galicia a nivel medioambiental y económico", apunta. "Ante eso poco podemos hacer", más allá del trabajo de diversos cuerpos para que "esas personas acaben en la cárcel".

Y es que Ángeles Vázquez cree que "seguro que hay que hacer cambios y en distintos ámbitos", pero pide "la colaboración de todos".

La conselleira calcula que el número de fuegos ha bajado "entre un 10% y un 15%" en julio, con "menos actividad incendiaria en lo que a focos se refiere", algo que se mantiene en agosto, "pero las condiciones son más adversas" en lo tocante a temperatura y climatología.

Con todo, aseguró no tener datos cerrados sobre las hectáreas totales quemadas en lo que va de verano, pero indica que la mayor actividad incendiaria se concentra en las provincias de Ourense y Lugo.