El 63% de quienes firman el testamento vital para renunciar a una prolongación de su vida en caso de necesitar para ello medios mecánicos o fijar el destino de sus órganos si fallece son mujeres. El registro gallego de instrucciones previas de la Xunta cuenta en la actualidad con 6.750 personas inscritas, de los que solo el 37% son varones y se puso en marcha en marzo de 2008.

El documento debe ser firmado por una persona mayor de edad ante tres testigos, de las que dos no pueden tener parentesco hasta el segundo grado de consanguinidad, ni estar vinculadas por relación patrimonial. Esta opción fue la elegida por el 52% de firmantes, mientras que el 28% eligió suscribir el documento ante notario y un 20% ante un empleado público.

Por provincias, Pontevedra registra el 32%, A Coruña el 47%, Lugo el 11% y Ourense el 9%. Y, según el Ejecutivo autonómico, el 35% de firmantes supera los 65 años; el 33% se sitúa entre los 51 y los 64; el 27% entre los 31 y los 50; y apenas el 5% entre los 18 y los 30.