La Xunta aprobó ayer el decreto que regula por primera vez las relaciones de la Consellería de Cultura con la Iglesia en la conservación del patrimonio cultural. Se creará una comisión mixta entre ambas instituciones. La autoridades eclesiásticas quedan obligadas además a planificar las intervenciones tanto en el patrimonio arquitectónico, artístico como documental y deberán asignar fondos propios para cofinanciarlas conjuntamente con la administración autonómica.