Si por la mañana le tocó la Ofrenda, por la tarde Alberto Núñez Feijóo volvió a la iglesia, a San Domingos de Bonaval, que acogió la misa en honor a Rosalía de Castro como prólogo a la ofrenda floral en el Panteón de Galegos Ilustres.

El homenaje litúrgico a la poeta -y a "todos los ilustres gallegos aquí enterrados", como Castelao, Brañas o Cabanillas- se remonta 85 años atrás, como destacó el padre Benito Méndez, encargado de oficiar, y desde 1965 la homilía es en gallego. Al margen de la misa, a la que asistieron varios conselleiros, la Valedora do Pobo o el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, varias instituciones depositaron ofrendas florales en el Panteón, entre ellas el Parlamento gallego o la Real Academia Galega.