La capital gallega se convirtió ayer en una amalgama de siglas, banderas, pancartas y proclamas políticas para festejar el Día de Galicia. El acto más multitudinario fue el del BNG que, fiel a la tradición de cada 25 de julio, arrancó su manifestación de la Alameda de Santiago y logró llenar la Praza da Quintana con el ánimo de quien abre "una nueva etapa". Superados los momentos más difíciles, la portavoz del Bloque, Ana Pontón, cree que hay un nacionalismo "renovado" y se alegra de "no haber sucumbido a los cantos de sirena" que los querían llevar "a otros mares", en referencia a la decisión del BNG de haber concurrido en solitario a las elecciones autonómicas del pasado mes de septiembre. Y, aunque sin citar a En Marea, dejó claro que solo los concellos donde gobierna el Bloque supusieron "un cambio real" . "Porque el cambio es gallego, hecho desde nosotros y para nosotros, sino es un mero recambio", declaró.

Bajo el lema "Galicia, nación que compartimos", el BNG enfatizó su discurso más soberanista con proclamas a la independencia y a la autodeterminación. Fue un mensaje remarcado además por Pontón para distanciarse de las fuerzas estatales "las viejas y las nuevas, las de arriba y las de abajo, las guais y las menos guais, que acaban pasando de Galicia y solo ven esto como un caladero de votos".Y, en referencia a Podemos y a su ambigüedad respecto al proceso catalán, lamentó la "decepción de ver que personas que dijeron que venían a cambiarlo todo, al final, por acción o por omisión, se cogen del ganchete del bipartidismo y ponen palos en las ruedas al derecho a decidir".

Y por esta razón propondrá al resto de fuerzas en el Parlamento crear una ponencia para mejorar el estatus de Galicia y que "emerja como nación".

Entre los invitados por el BNG a la manifestación -que la organización tildó de "histórica" al reunir a 20.000 personas, según sus cálculos- se encontraban representados colectivos de trabajadores de Ferroatlántica, del metal, emigrantes retornados, así como la izquierda portuguesa, del Kurdistán, el Frente Popular de Liberación de Palestina, asociaciones pro Hugo Chávez, así como representantes de la CUP, ERC, el PNV, Sortu y Bildu.

La decisión de los partidos de la confluencia de celebrar el Día de Galicia por separado motivó más de un chiste desde el palco del BNG, donde el cómico encargado de animar a los presentes sugirió que usaran de lema "Los inmortales: solo puede quedar uno" y además aplaudió que el partido de Luís Villares eligiera el parque de Vista Alegre para su celebración: "alguna alegría les hacía falta".

Y es que no hubo confluencia de la izquierda rupturista para conmemorar el Día de Galicia, aunque sí amagos de acercamiento para superar la división que quedó patente en el último plenario de la formación. En Marea y su portavoz Luís Villares organizaron una jornada festiva, por un lado, mientras que, a pocos metros en un parque cercano, Anova,una de las corrientes críticas con el liderazgo de Villares, celebraba, por su cuenta, un almuerzo con simpatizantes. Tan próximos estaban que el líder de Anova, Antón Sánchez, se pasó por Vista Alegre a saludar al portavoz de En Marea y quitar "trascendencia" al asunto.

Podemos optó por un acto privado en A Estrada y cambió el Día de la Patria por "el Día de la Matria" para reivindicar a las "mujeres invisibilizadas en la historia que también contribuyeron a la construcción de Galicia como nación histórica".

Por su parte, EU festejó el 25 de julio en Ferrol con un homenaje a Juan Prieto, alcalde mugardés fusilado en 1936.

A pesar de celebrar actos por separado, en sus discursos los dirigentes de las distintas fuerzas del partido instrumental trataron de limar asperezas. Así, Luís Villares reivindicó la labor de las mareas municipales. La Marea Atlántica de A Coruña es precisamente uno de los sectores más críticos con el portavoz de En Marea.

"Nosotros siempre dijimos que la diversidad sumaba; el hecho de que cada uno festeje la patria de formas que son muy similares, para nosotros es motivo de alegría. Lo grave sería que no se celebrase el Día Nacional de Galicia", proclamó el portavoz de En Marea que insistió en que la unidad popular no depende de como se celebre una fiesta.

El portavoz de Anova, Antón Sánchez, coincidió con Villares en reivindicar el papel de las mareas locales y en la comida organizada a pocos metros del festejo de En Marea llamó a dejar de lado "las miserias orgánicas" y a abrir "un nuevo ciclo de rebeldía". "Anova hizo el camino de la unidad popular y no va a abandonarlo", señaló.