Durante el año pasado, catorce emigrantes regresaron a Galicia cada día para proseguir su vida en ella y poner fin a su período en la diáspora, atraídos por la mejora económica, pero, sobre todo, huyendo de los problemas de los países en que estaban residiendo. Sumaron 5.143 casos, un 27% más que el ejercicio anterior y la cifra más alta en nueve años desde los 6.203 de 2007, el ejercicio previo al estallido de la recesión mundial generada tras la caída del banco estadounidense Lehman Brothers.
Las dificultades económicas de los últimos años redujeron los regresos de los emigrantes a Galicia ya no por debajo de los 6.000, sino incluso de la barrera de los 3.000 durante los años 2012 y 2013, tomando como referente las bajas consulares de los españoles residentes en el extranjero. Pero desde 2014 se mantiene un crecimiento constante. El año pasado el aumento fue del 27%, el mismo porcentaje registrado a nivel estatal, donde los retornos crecieron en 12.088 hasta los 56.145.
En el caso gallego, América Central y del Sur constituyen el núcleo duro del regreso, en consonancia con los ciudadanos instalados allí tradicionalmente. El año pasado, el 60% de los regresos procedieron de países de esa zona hasta sumar 3.088. Le siguieron en la lista estados de la Unión Europa (864), otros países del viejo continente pero ajenos a esa unión (629), América del Norte (350), África (89), Asia (103) y Oceanía (20). De hecho, las bajas en consulados de Centroamérica y Sudamérica crecieron un 37% respecto a las cifras de 2015.
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Los problemas económicos en los lugares de residencia son señalados por el Foro Galego da Inmigración como principal causa del regreso. El año pasado las economías del Caribe y de América Latina se contrajeron un 1%, según el Fondo Monetario Internacional. Los datos de este organismo muestran una caída de la economía del 18% en Venezuela, del 3,6% en Brasil, del 2,3% en Argentina, del 2,2% en Ecuador y del 1,8% en Puerto Rico. "Si vinieran por la situación económica, elegirían otras comunidades diferentes a Galicia con más salidas laborales", ilustra Miguel Fernández, portavoz de la ONG.
"La integración laboral no es fácil. Mucha gente con licenciaturas universitarias acaba en la hostelería o en el empleo doméstico, por debajo de su nivel formativo", añade antes de explicar que regresan no solo ciudadanos solos, sino familias enteras.
La administración les concede una ayuda temporal para facilitar su desembarco. Se trata de una aportación de 426 euros mensual limitada a los primeros dieciocho meses posteriores a su regreso y que está vetado para quienes vuelvan de algún país europeo o de Oceanía. Deben de estar en paro y constar como solicitantes de empleo, así como justificar que trabajaron un mínimo de doce meses durante los últimos seis años fuera de Europa.
Por provincias, Pontevedra lidera el crecimiento de esta estadística elaborada por el Ministerio de Empleo, con un 29,4% más de regresos (1.747 en total), seguida por Ourense (+28,8 hasta los 992) y A Coruña (+27,8% hasta los 2.085). Lugo registra una subida más moderada del 15,1% y 319 casos.
Las bajas consulares en Venezuela casi igualan a las registradas en todos los países europeos
- El recurso a la crisis económica y social de Venezuela como arma política para atacar a las formaciones de izquierda no oculta el creciente abandono de ciudadanos de nacionalidad española de ese país. El año pasado, las bajas consulares sumaron 12.282 casos, una cifra que equivale al 22% de los 56.145 registrados a nivel estatal y que casi iguala a los regresos acumulados de todos los países europeos -entre socios y no socios de la UE-, que ascendieron a 14.176, si bien en el caso de los integrantes de la unión muchos pueden no inscribirse en los consulados. El dato venezolano encabeza la clasificación de países, con un crecimiento del 54% respecto a 2015 y del 78% desde 2013. Las estadísticas del Gobierno no especifican la procedencia de los retornados por comunidades, sino que ofrecen datos acumulados del país de procedencia con rumbo a España. América Central y del Sur copan la mayoría, con 33.043 casos, seguidas de Europa, América del Norte (3.710), Asia (3.045) y Oceanía (455), según los informes de Empleo.
