Críticos con el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, organizan este domingo en todo el mundo una consulta popular que, en la capital gallega, "está sobrepasando las expectativas" de participación previstas por sus organizadores.

Según ha confirmado el presidente de la Asociación Sociocultural de Venezolanos en Santiago (Avesanti), Javier Salas, la participación superaba a media tarde las 120 personas, una cifra que, en su opinión, está "sobrepasando" las expectativas.

Asimismo, Salas se ha mostrado satisfecho "no solo" por el número de personas que se han acercado a la mesa de votación, instalada en la calle Fernando III, sino "también en el ambiente", pues es gente "feliz y agradable, que viene a hacer una manifestación de voluntad".

La votación del simbólico plebiscito en la capital gallega se ha situado en un local de la calle Fernando III O Santo, cuyo dueño es venezolano y ha abierto el establecimiento este domingo expresamente para el proceso.

En cuanto a otros municipios, el coordinador de Santiago afirma que permanece en contacto con Milladoiro y Bertamiráns, donde la participación sobrepasa las 180 y las 250 personas respectivamente. A esta última localidad se han acercado venezolanos de Noia, Negreira o Padrón, "contentos de poder expresarse".

En España

Más de 10.000 personas han depositado ya su voto en las primeras horas de la consulta popular que la oposición venezolana está celebrando este domingo en España --así como en más de 80 países del mundo-- para protestar contra las elecciones convocadas para el día 30 de este mes por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a la Asamblea Constituyente, en un intento, según los críticos, de disolver todos los organismos que ahora le son desfavorables.

Este acto "de desobediencia civil sin precedentes", según se expresa en un comunicado de la comunidad venezolana en Galicia, se ampara en los artículos 5, 7, 71, 333 y 350 de la Constitución vigente, pero no cuenta con el control del Consejo Nacional Electoral, "dominado por el Gobierno chavista".

Una votación sin listas y "con total libertad"

Los votantes "tienen total libertad de elegir lo que se está planteando", puntualiza Javier Salas, pues cada papeleta contiene tres preguntas que pueden o no responder: si rechaza o aprueba la realización de una Asamblea Constituyente; si se pide o no a las fuerzas armadas y a los funcionarios la "obediencia y defensa" de la Constitución de 1999; y si se quiere o no renovar los poderes públicos con elecciones "libres y transparentes" que restituyan "el orden constitucional".

El coordinador quiere aclarar que "no hay lista", puesto que las de los procesos electorales vienen dadas por el Consejo Nacional Electoral, institución dependiente del Gobierno, que no participa en un acto que, califica, "de rebeldía popular".

De esta forma, los cuadernos de votación vienen "en blanco" y es ahí donde cada votante escribe sus datos y deposita su voto. Una vez hecho el recuento, el registro de participantes se recoge en un acta y se envía a Caracas "únicamente el número de votantes". Así, las urnas y los datos de las personas "quedan en manos del coordinador", quien decide qué hacer con ellas.

Esto, según los organizadores, es una garantía de privacidad se justifica en el hecho de que ha habido votantes con "cierto resquemor" de escribir sus datos en un cuaderno, ya que, como comenta Salas, en Venezuela ha habido experiencias en las que las firmas llegaron a los organismos oficiales y los opositores se vieron "chantajeados" por los mismos.