La mejora económica y la reducción del desempleo desahogan a las familias gallegas para cuadrar sus cuentas. Casi 492.000 hogares apuran sus gastos y llegan a fin de mes con dificultades o muchas dificultades, lo que supone un porcentaje del 45,47%. Se trata de la proporción más baja de, al menos, los últimos siete años. Lógicamente, el porcentaje de quienes lo hacen de manera holgada es el más elevado del mismo período: más del 54%.
Los datos forman parte de la radiografía de las familias gallegas que realiza el Instituto Galego de Estatística (IGE) mediante la "Enquisa conxuntural dos fogares" y muestran el impacto del crecimiento de la economía gallega, si bien evidencia la existencia de una bolsa de pobreza a la que la recuperación no llega, como evidencia que durante el año pasado se rozase el récord histórico de beneficiarios de la renta de inclusión, un cheque mensual para personas con bajos ingresos, con casi 15.300 y este ejercicio se prevea superar la barrera de los 60 millones de euros en esta partida por primera vez en la historia.
Los datos del IGE, sin embargo, evidencian una recuperación general tras la crisis. El 54,2% de los hogares lleva a fin de mes con facilidad, lo que supone casi 590.000 hogares y una tasa diez puntos superior a la registrada en el mismo período del año pasado. La Consellería de Facenda incidió ayer en "la mejora de la situación económica" de las familias y "en el aumento de la confianza de los consumidores". "Esta mejora es consecuencia de las mejores perspectivas que tienen los hogares gallegos sobre la situación financiera personal, la situación económica de Galicia y la evolución del desempleo en los próximos meses", expuso el departamento de Valeriano Martínez a través de un comunicado.
Por el contrario, una de cada diez familias cuadra su balance económico mensual con mucha dificultad, lo que supone alrededor de 109.000 hogares, teniendo en cuenta que la comunidad cuenta con 1.081.600, según la última estadística oficial. El 10,1% de familias en esta situación en el segundo trimestre del año es el mismo que en marzo. En el caso de quienes padecen dificultad para esquivar los números rojos, el 35,3% alcanzado supone el dato más bajo desde 2010, según el IGE. De hecho, desde entonces, nunca el porcentaje había bajado del 41%.
Más ahorro
El dato positivo afecta a la capacidad de ahorro y a la de afrontar gastos imprevistos, un termómetro de la precariedad económica de miles de familias durante la crisis. El 38,4% puede ahorrar parte de sus ingresos, y otro 28% asumió en los últimos tres meses algún gasto extraordinario con el que no contaba. También desciende del 7,2% al 5,6% la tasa de quienes reciben ayuda económica de sus familias para afrontar el día a día.
Las perspectivas de futuro, sin embargo, son cautas. El porcentaje de quienes prevén irse de vacaciones, alguna compra extra de ropa o calzado o salir a cenar, al cine o al teatro se reduce respecto al mismo período del año pasado. En el primer caso, del 19,3% al 16,8%; en el segundo, del 17,9% al 16,1%; y en el tercero, del 71,3% al 64%. Eso sí, un capricho en alimentación está en la agenda del 38,2%, nueve puntos más que entonces. En el caso del ahorro, el crecimiento es de siete puntos hasta rozar el 40%.
Sin embargo, alrededor de 260.000 hogares mantienen el cinturón apretado y no se permitieron ningún extra entre abril y junio. La tasa del 24% supone un aumento de cinco puntos respecto al año pasado y la más alta desde septiembre de 2015, según el IGE.
