Hoy, hace tres años, el grupo Banesco convocó en Santiago a caras muy conocidas de la economía y la sociedad gallegas para desvelar el nombre con el que arrancaba la nueva etapa de las viejas cajas tras su fallida fusión y la nacionalización del banco heredero, NCG, una de las principales víctimas de la reestructuración financiera española. El equipo liderado por Juan Carlos Escotet, ganador de la subasta de la entidad por 1.003 millones de euros, quería mantener esencia del negocio, el apego territorial y el mimo al cliente, pero con un cambio de ciclo simbolizado en la transformación comercial y de imagen. Así nació Abanca. En su aniversario, la principal entidad financiera gallega presume de "una sólida posición de rentabilidad, solvencia y crecimiento" y de "una mejora significativa en los principales ratios financieros con relación a la situación de partida de 2014". Metamorfosis que el propio banco, a través de una nota, vincula a "la labor desarrollada por el nuevo equipo directivo", y por la que saca pecho en un momento de pleno revuelo en el mercado gallego ante la caída del Popular, el principal competidor de Abanca en la comunidad.

El negocio minorista en todo este tiempo aumentó un 19%, hasta los 67.700 millones de euros; un 10% el crédito a corriente de pago, con casi 26.300 millones; y la tasa de morosidad se desplomó del 15,06% al 6,54% actual. La limpieza del balance y la recuperación de la actividad permitieron a la entidad pasar de un beneficio de 21 millones a 334 y multiplicar por 16 la rentabilidad.

Ante todo el revuelo que afrontó por la polémica de las preferentes y la judicialización de las prejubilaciones de los antiguos directivos, Abanca destaca el nuevo modelo de gobernanza interna y su apuesta por "la independencia, la transparencia y la gestión del riesgo". Tres años después la entidad está libre de la tutela de Bruselas y el pago de los 1.003 millones al FROB se cumplió con año y medio de adelanto.

Dicen sus responsables que en este 2017 no hay otro banco en España que aumente tanto la financiación, sin que eso haya supuesto en riesgo "la mejora de la calidad crediticia". El crédito dudoso bajó casi un 59%. Eso, junto con la holgura de capital, "componen uno de los mejores perfiles financieros del sector en España". En los dos últimos ejercicios, la inversión en renovar oficinas y plataforma tecnológica alcanza los 150 millones.