Cinco de los alumnos, dos menores de edad, fueron ayer detenidos por la Guardia Civil como consecuencia de las investigaciones de la Operación Captor, abierta para "esclarecer las circunstancias y depurar responsabilidades en el hackeo masivo" perpetrado en el IES Manuel García Barros de A Estrada. Ayer mismo quedaron en libertad a la espera de ser citados por la autoridad competente. Los investigadores entregaron las diligencias instruidas en relación con este asunto en el Juzgado de Instrucción Número 2 de A Estrada (para los mayores de edad) y en la Fiscalía de Menores de Pontevedra para el resto. Se investiga delito de pertenencia a grupo criminal, revelación de secretos y contra la intimidad y dos delitos de estafa.

Otras diez personas, de los cuales 9 son alumnos del instituto Manuel García Barros de A Estrada, y seis de ellos menores de edad, también están siendo investigados en esta operación ¿Por qué? Por el hackeo de los correos electrónicos de 27 profesores con el objetivo de hacerse con los exámenes.

Los cinco detenidos ya citados y las otras diez personas más identificadas y posteriormente investigadas ("con distinto nivel de responsabilidad") es el balance provisional de las investigaciones llevadas a cabo por el instituto armado. A todos ellos, tanto a los detenidos como a los investigados, el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Lalín -responsable de la investigación- les atribuye la presunta "comisión de un delito de pertenencia a grupo criminal, revelación de secretos y contra la intimidad y dos delitos de estafa". No obstante, valorando las distintas responsabilidades que tenían dentro del citado grupo y su grado de participación, la Benemérita procedió a detener a 5 de ellos y a investigar a los 10 restantes.

La investigación de la Benemérita concluye que conseguir los exámenes del mayor número posible de asignaturas era el objetivo y también la finalidad que perseguían los implicados con el acceso a los correos de los profesores. Y concluye también que para ello constituyeron "un grupo perfectamente organizado, jerarquizado y con las misiones perfectamente distribuidas".

Según pudo saber FARO, tres de los detenidos son mayores de edad y dos menores, de 17 años. La Guardia Civil les considera los principales responsables de la organización y los encargados de recopilar las contraseñas, acceder a los correos y sustraer los exámenes.

Y entre los investigados, habría otros nueve alumnos del instituto de edades comprendidas entre los 17 y los 18 años. Tres son mayores de edad y seis, menores. La décima investigada "es una vecina de A Estrada que se dedica a impartir clases particulares de refuerzo en la misma localidad", según fuentes del instituto armado, que estiman que este segundo grupo de investigados eran los encargados de la distribución de los exámenes a través de las redes sociales, fundamentalmente mediante tres grupos de WhatsApp.

El hackeo afectó al menos a 27 profesores del centro, cuyas contraseñas de correos electrónicos corporativos obtuvieron los jóvenes presuntamente mediante un software ilegal que registraba "las pulsaciones que se realizaban en el teclado, generando y memorizando un fichero de texto con todo el contenido". Así lo confirman las investigaciones efectuadas por el Equipo de Policía Judicial de la Benemérita de Lalín en el marco de la Operación Captor, iniciada a mediados del pasado mes de mayo, cuando se tuvo "conocimiento y denuncia de que una importante cantidad de profesores del centro estaban recibiendo avisos de accesos a sus cuentas corporativas de correo electrónico, desde otros equipos informáticos no autorizados".

Todo lo tecleado

Tras descartar la posibilidad de que las contraseñas de los correos electrónicos de los profesores afectados pudiesen haberse quedado memorizadas en los equipos de las aulas del centro, la Guardia Civil procedió a efectuar un análisis pormenorizado de todos los ordenadores del instituto. Así pudo constatarse que los equipos de primero y segundo de Bachillerato, cuarto de ESO y las aulas informáticas tenían el citado software ilegal que guardaba todo lo tecleado en un fichero de texto.

"Los artífices de la idea consiguieron las contraseñas de las cuentas de los correos electrónicos corporativos de al menos 27 profesores del centro, de donde sustrajeron todo tipo de documentación, información y archivos, fundamentalmente los exámenes que, a priori, era el objetivo que perseguían", aseguran los investigadores.

A continuación, los agentes del instituto armado también averiguaron los números IP que identifican los equipos a través de los cuales se accedieron a las cuentas corporativas de los profesores y a los ordenadores de las aulas virtuales, cuyos usuarios, una vez identificados, resultaron ser alumnos del IES Manuel García Barros.

En cuanto a los dos delitos de estafa, se deben a que la Benemérita ha podido demostrar que realizaron dos compras a través de internet cifradas en 400 euros, utilizando para ello el número de cuenta de una tarjeta bancaria al que tuvieron acceso mediante el correo de uno de los profesores afectados.