Cada año se diagnostican en España más de 200.000 nuevos casos de cáncer, de los que un 60% precisa tratamiento por radioterapia en algún momento. En este contexto, incorporar equipos de última generación como la mamografía digital con tomosíntesis o los aceleradores lineales avanzados, posibilita diagnósticos "más precisos" y tratamientos "más eficaces, menos agresivos y de menor duración". Así contextualiza la Fundación Amancio Ortega la donación de 290 equipos de alta tecnología que contribuirá a financiar en todas las comunidades -Galicia fue la primera- con 320 millones de euros, un acto de mecenazgo que por un lado ha suscitado críticas por parte de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, incluida su delegación en la comunidad, pero por otro ha merecido la alabanza de profesionales sanitarios y de los propios pacientes, que animan a "que cunda el ejemplo".

"Ojalá hubiera diez Amancios Ortega", sintetiza el vicepresidente primero del Colegio Oficial de Médicos de Pontevedra, Isidro Lago, que valora "muy positivamente" la donación de fondos para oncología y solo lamenta que no haya más iniciativas similares, tanto para el sistema sanitario público como el privado. "Todo lo que valga para mejorar es elogiable", señala, y alega que los fondos permiten comprar una tecnología "punta" que "beneficia a muchísima gente".

Los principales beneficiarios, los pacientes, son el principal argumento para aplaudir la donación de la Fundación Amancio Ortega (FAO). El titular de la Consellería de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, hasta les pone cifras. Así, explicaba ayer a este diario que el convenio entre la Xunta y la entidad del fundador de Inditex -el primero firmado en el país- está permitiendo ya "actualizar" los equipos de mamografía e incorporar 16 de "última tecnología" que tendrán mucho trabajo, ya que hacen, dice, 154.000 estudios al año con campañas como la de prevención de cáncer de mama, el "más frecuente en la mujer". Pero además, añade, "también valió para el tratamiento de cáncer" y así Galicia posee ahora los "aceleradores lineales más modernos" y que la aportación de la FAO fue "importante" para lograrlo.

"Seguimos empleando impuestos" en sanidad "en una cantidad inmensa", explica, "pero que haya colaboraciones voluntarias de empresas y particulares creo que enriquece y nos ayuda a mejorar a todos". "En sanidad nunca quedamos sin presupuesto por gastar", apostilla el conselleiro. Por ello, resalta su agradecimiento y felicita a la entidad al tiempo que cree que las críticas "no responden a una sociedad moderna".

Lo que pasa, afirma, es que en España falta tradición de mecenazgo, un déficit que también detectan profesionales sanitarios como el presidente del Colexio Oficial de Médicos de A Coruña, Luciano Vidán, que habla a título personal, el jefe del servicio de Radioterapia del CHUS, Antonio Gómez, o el presidente de la Sociedade Oncológica Gallega y jefe del servicio de Oncología del HULA (Lugo), Sergio Vázquez.

Estos profesionales defienden además que donaciones e inversión pública en el sistema sanitario no son incompatibles. "Una cosa no quita la otra", afirman. Así, Sergio Vázquez sostiene que "todo lo que se haga por los pacientes es bueno, sobre todo cuando se trata de modernizar la tecnología". Por eso ve "perfecta" la donación. "Lo ideal sería que el Estado hiciera este tipo de dotación tecnológica, pero a veces no es posible llegar a todo", admite, y el paciente "es lo primero".

"Seguimos defendiendo de forma muy clara la sanidad pública y la financiación adecuada", sostiene por su parte Luciano Vidán a título personal. Pero eso no impide, dice, que las donaciones sean bien recibidas si su "fin" es "muy bueno", alta tecnología que "va a beneficiar a muchísima gente". "Si tuviésemos muchas de esas donaciones, sería mejor", sostiene.

La voz de los pacientes

Del lado de los pacientes también llegan aplausos. Fuentes de la Asociación Española contra el Cáncer subrayan que les parece "fantástico este tipo de compromisos en la lucha contra el cáncer" y dan la "bienvenida" a iniciativas similares si cubren "las necesidades reales" del sistema, hay "transparencia" en el proceso y se asegura "la continuidad en el tiempo de las prestaciones y el mantenimiento de la tecnología". Al paciente "le da igual de dónde venga su aparato", señalan, mientras esté dispuesto para tratar su dolencia.

Desde la Asociación de Trasplantados de Médula Ósea de Galicia (Asotrame), su presidenta, Cristina Piñeiro, ve "absurdo" decir "no" a una aportación de este tipo. "Los recursos son los que son", afirma, y recuerda que "el cáncer no espera" y que apoyarán "cualquier donación que sirva para mejorar el pronóstico, tratamiento o la calidad de vida" de los pacientes. Por su parte, el presidente de la Asociación de Ayuda a Niños Oncológicos de Galicia (Asanog), Gonzalo Autrán, es más tajante y defiende que "con que la donación de Amancio Ortega sirva para salvar una sola vida, ya está más que justificada".