Las organizaciones empresariales de Galicia, Asturias, Cantabria y León junto con las respectivas cámaras de comercio territoriales constituyeron ayer formalmente en Madrid la "Plataforma para el impulso de la logística del noroeste" para reivindicar la conexión de este cuadrante peninsular con el Corredor Atlántico ferroviario de la UE, del que ahora está marginado, con el objeto de potenciar el tráfico de mercancías por toda la fachada oeste de Europa, especialmente los contenedores marítimos con origen en los puertos. Y la elección de Madrid como lugar de presentación no fue aleatoria. Se escogió precisamente la capital de España para dar proyección, visibilidad y relevancia nacional a su demanda, dado que también es el Ministerio de Fomento al que compete dar los pasos ante Bruselas para conseguir el Corredor Noroeste y lograr así un tren de mercancías competitivo.

Al acto de firma de los estatutos de la plataforma acudieron, por parte de Galicia, los presidentes de los empresarios de Ourense, José Manuel Pérez Canal, y de A Coruña, Antonio Fontela, el secretario de la patronal de Lugo, Jaime López Vázquez, y un representante del Consello Galego de Cámaras de Comercio. Por un problema de agenda, el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), Jorge Cebreiros, no pudo asistir, pero suscribe íntegramente las reivindicaciones y en próximas fechas firmará el documento de adhesión de la CEP.

Lo que exige esta asociación recién creada, que preside Javier Cepedano -de la Federación Leonesa de Empresarios- es la mejora de las infraestructuras de transporte del noroeste peninsular, pero singularmente la ferroviaria. La red interior está totalmente obsoleta y sin electrificar, lo que hace que tan solo el 1% de las mercancías generadas utilice el tren. Además, no está incluida en el Corredor Atlántico, un eje que arranca en Portugal y llega a Hendaya considerado prioritario por la UE y para el que se habilitan fondos europeos destinados a modernizar esta línea, electrificándola y cambiando la vía a ancho internacional.

Los empresarios demandan a Fomento que gestione ante Bruselas la inclusión del Corredor Noroeste en sus ejes prioritarios, aprovechando en que en 2018 se revisará la Red Transeuropea de Transportes, para terminar con el "aislamiento de las regiones periféricas del noroeste". De aceptarse la propuesta, habría fondos para modernizar las redes interiores de Galicia, Asturias y Cantabria, lo que permitiría electrificarlas y cambiar el ancho de vía, además de conectarlas con los puertos -algo que ahora no existe- para abrir así una salida directa a las mercancías hacia Francia.

Justifican los empresarios en que el territorio representado por la plataforma supone el 10% de la población de España así como también el 10% del PIB.

"No podemos seguir desconectados. En esta estrategia estamos todos juntos y también debemos ir en comunión con la Xunta. Tenemos que remar todos en la misma dirección", asegura Jorge Cebreiros. De hecho, los gobiernos de Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria están negociando la creación de un frente común para elevar la misma demanda a Fomento sobre el tren de mercancías.

Para dar mayor transcendencia a la reivindicación es por lo que los empresarios eligieron la Cámara de España en Madrid para presentarse en sociedad. En todo caso, un acto modesto comparado con los 2.000 ejecutivos que en octubre tomarán la capital de España para exigir agilidad en la construcción del Corredor Mediterráneo, también prioritario para la UE, que arranca en Algeciras y llega a la frontera francesa recorriendo la vertiente oriental del Estado. Este eje no se acabará hasta 2025 pero los empresarios mediterráneos, que ya cuentan con un lobby operando de manera formal desde hace años, quieren meter presión a Fomento para apurar los plazos. Quien impulsa esta movilización es la Asociación de Empresarios Valencianos (Ave).

En el norte, el País Vasco va por su cuenta. Máxime cuando en la reciente negociación de los presupuestos generales del Estado el PNV obtuvo el compromiso del PP de destinar 381 millones de euros a una nueva conexión del puerto de Bilbao con el Corredor Atlántico.