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Las demandas de Cantabria amenazan con romper la alianza sobre el tren de mercancías

El Gobierno de Revilla quiere una línea de nueva construcción por toda la cornisa hasta Francia, lo que no resulta una reivindicación "realista" para sus socios regionales

La unidad de las comunidades del noroeste peninsular para reclamar al Ministerio de Fomento un tren de mercancías competitivo y conectado a la Red Transeuropea de Transporte -lo que da acceso a la financiación comunitaria- corre riesgo de fracturarse incluso antes de empezar a funcionar como alianza institucional entre Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria. Cuando estaba a punto de formalizarse el frente común, con una reunión convocada esta semana en Santiago, las demandas de Cantabria han introducido una "discrepancia importante" en los objetivos que aconsejaron a las partes darse un tiempo para intentar llegar a un acuerdo. La razón es que el Gobierno de Miguel Ángel Revilla plantea no la conexión de las cuatro comunidades con el Corredor del Atlántico ya reconocido por la UE, sino una línea de nueva construcción por toda la cornisa cantábrica hasta Hendaya.

Esta demanda resulta muy ambiciosa y costosa, por lo que resultaría difícil de asumir por parte de Fomento, es que el área encargada de elevar ante la UE los proyectos ferroviarios de interés europeo. Y Galicia y Castilla y León -ambas en manos del PP- quieren llevar al Gobierno una reivindicación "realista" que pueda tener acogida en la revisión, el próximo año, de la Red Transeuropea de Transporte.

La idea inicial es reclamar a Fomento la inclusión del Corredor del Noroeste en los ejes prioritarios de la UE, que ahora está marginado. Esta opción supondría contar con fondos comunitarios para modernizar las líneas de mercancías interiores, electrificarlas y conectarlas con los puertos. Todas ellas convergerían en el Corredor del Atlántico, que arranca en Lisboa y Leixoes, atraviesa España por el centro y acaba en la frontera francesa, para así permitir, sobre todo, el tráfico de contenedores marítimos por toda la fachada oeste de Europa. En el caso de Galicia, solo el 1% de todo el movimiento de mercancía utiliza el tren, ya que la línea está completamente obsoleta y no resulta competitiva.

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De todas formas, la alianza no está rota, ya que las cuatro comunidades se han dado un plazo de un par de semanas para intentar consensuar una demanda y presentarla institucionalmente ante Fomento. En todo caso, si Cantabria persiste en su reivindicación de construir una nuevo trazado por la costa, las otras tres seguirían con su senda y el frente común, en vez de cuatro, sería de tres autonomías.

Mientras siguen con las negociaciones, la sede de la Cámara de Comercio de España acogerá mañana la constitución formal de la plataforma para el impulso de la logística en el noroeste, conformada por asociaciones empresariales y cámaras de comercio de León, Galicia, Asturias y Cantabria, que demandan también la conexión por un tren de mercancías de todo el cuadrante occidental de España

Por contra, en favor del Corredor Mediterráneo funciona desde hace años un grupo de presión de forma coordinada formado por empresarios que demandan el impulso definitivo a este corredor ferroviario que reccorre toda la parte oriental de la península hasta Francia.

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