Empieza la cuenta atrás para la nueva selectividad, que arranca el miercoles, mientras se cumple un año de la última PAU (prueba de acceso a la universidad), un capítulo que, comparativamente, no se cerró con gloria en Galicia. Los bachilleres que se examinaron en junio se quedaron en nota media a la cola de sus colegas del resto del país en Historia de la Filosofía y de España o Matemáticas, además de Química o Biología. Lo curioso es que en PISA los escolares gallegos que más tarde engrosarán las filas de la educación superior tienen muy buena nota en competencia científica (están en el podio estatal), no les va nada mal en lectura y no figuran entre los últimos en Matemáticas, como sí ocurre al analizar los exámenes de selectividad correspondientes.

Algo similar, en selectivo y PISA, le ocurre a Castilla y León. Para la catedrática de Bioestadística de la Universidad de Valladolid, Cristina Rueda, PISA es una de las "evidencias" que indican que el sistema de enseñanza de Castilla y León es "más exigente y prepara mejor a los estudiantes". ¿Entonces por qué, como Galicia, queda rezagada en selectivo y Canarias o Extremadura sacan más sobresalientes y no destacan en PISA? "No creo que la explicación de las diferencias" en las notas de la PAU 2015, porcentaje de sobresalientes incluidos, "sea que nuestros estudiantes estén peor preparados", afirma Rueda. No se trata de un problema de capacidad o de formación, sostiene, sino de que la selectividad en estas comunidades es más "exigente".

Alega que la PAU, y la nueva ABAU, consiste en "17 diferentes temarios, exámenes y correcciones". De ahí que no comparta la asunción de que las notas obtenidas en esas pruebas sean "equiparables", como asume el sistema de acceso con distrito único, que las utiliza, en combinación con la de Bachillerato, para acceder a los grados. De hecho, sostiene que usar la nota de acceso para asignar plazas en las carreras es "injusto" y "no es acorde a la preparación" de los estudiantes, lo que "perjudica" a Galicia y a su comunidad, entre otras.

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En el informe MANU demuestra "que el sistema no garantiza la igualdad de oportunidades y que las notas no reflejan la capacidad y formación de los estudiantes, salvo que también se asuma que los de Castilla y León y Galicia entre otras comunidades están peor preparados", algo que descarta. "La desigualdad es muy patente para los que se examinan en Castilla y León y también para los que se examinan en Galicia", enfatiza.

Su análisis revela que las distribuciones de las notas de los exámenes de la PAU de 2015 son muy diferentes entre comunidades, en particular en el porcentaje de jóvenes que obtienen sobresalientes, un colectivo en el que se centra ya que su punto de partida es el acceso a las facultades de Medicina, que requieren expedientes brillantes.

El estudio examina las notas de las pruebas en materias "relevantes" para acceder a este grado, en el que cree que "hay más competencia, las notas de acceso son más altas y el problema de la desigualdad entre comunidades es más grave". No obstante, no es el único afectado por esa inequidad. Y es que, alega, la tendencia a las notas bajas (por debajo del valor medio total) en las asignaturas analizadas es "sistemática" para autonomías como Galicia y Castilla y León. Eso "evidencia", alega, "que el problema no es solo para acceder a Medicina, sino a cualquier grado que exige una nota de corte alta".

En concreto, en las materias claves para obtener la nota de acceso para Medicina en la PAU de 2015, observa "diferencias importantes" en el porcentaje de nueves y dieces -en Canarias son el doble que en Galicia en varias materias- que se traducen en diferentes probabilidades estimadas de acceso a las plazas de Medicina.

Esas divergencias, señala, son "evidencias contra la afirmación de la hipótesis de igualdad de oportunidades" y "no se corresponden con un reparto equitativo". Hasta el punto, recoge el informe, de que la probabilidad estimada, usando las notas de la PAU de 2015, de acceder a una plaza en una facultad de Medicina es 2,3 veces mayor en Canarias que en Galicia. Estima que en el curso 2015-2016, 71 aspirantes examinados en Galicia no tuvieron plaza en las facultades de Medicina públicas del país mientras Canarias registró un superávit de 206 plazas.

Alternativas

Pero esta investigadora no solo apunta el problema; también ofrece un remedio, "un método de normalización que permitiría paliar esa desigualdad", explica, que llegó al Congreso como proposición no de ley con Ciudadanos. Porque, avisa, de mantenerse el sistema actual, la brecha puede agravarse. Las pruebas de acceso recibieron más críticas. En Castilla y León nació la Asociación por un acceso a la universidad en igualdad, que considera que el método actual no es justo ni equitativo.

La Consellería de Educación alegaba hace un año, consultada sobre el mal desempeño de los gallegos en el selectivo, que "las pruebas no son homogéneas entre todas las comunidades" y que al no ser "pruebas técnicas, no son comparables". También recurrían a PISA para avalar el buen hacer de los escolares.