El Consello Económico e Social de Galicia (CES) ha puesto en marcha una iniciativa para sellar una alianza con el mayor número de interlocutores posibles destinada a desarrollar el sector industrial gallego mediante la elaboración de un informe de diagnóstico y las consiguientes propuestas de actuación para impulsar su productividad y competitividad. En esta estrategia, además de la aportación de los propios integrantes del CES, tendrán una participación destacada las tres universidades y grandes empresas de la comunidad, como Citroën, Coren, Pescanova, Hijos de Rivera, Asime, Cablerías Group, Agaca o Aludec.

La idea la lidera el Consello Económico Social y de su puesta en escena se encargó ayer la presidenta, Corina Porro. Los trabajos durarán sobre un año y el objetivo es conseguir el consenso de los agentes sociales y económicos en la redacción de un documento que marque la hoja de ruta durante la próxima década de la industria manufacturera -todo el sector salvo la energía y la actividad extractiva- para afrontar los retos del mercado.

Como respaldo a esta iniciativa, a su presentación acudieron los rectores de las tres universidadades -el de Vigo delegó en uno de sus vicerrectores por tener que asistir a la visita del Rey-, el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antón Arias, y representantes de los sindicatos UGT, CCOO y CIG, quienes en sus intervenciones prometieron su máxima implicación en el proyecto. "El CES es el marco idóneo para esta tarea", indicó Corina Porro. "Con la más amplia participación queremos movilizar voluntades de la industria y demandar políticas coherentes y coordinadas para mejorar la competitividad y conseguir un crecimiento sostenible", añadió, tras lo cual precisó que no pretende sustituir las iniciativas de otras organizaciones ni las de la Xunta.

En el CES ya están representados, además de sindicatos y consumidores, la universidad y la patronal, pero para esta "alianza" realizarán una aportación especial. Las instituciones académicas aportarán expertos adicionales para realizar el informe y empresas como Citroën, Coren, Pescanova o Hijos de Rivera también se implicarán, respondiendo a encuestas sobre el futuro modelo industrial y participando presencialmente en reuniones. El presidente de la CEG advirtió, en todo caso, que el documento "llega con retraso, pero llega" y que solamente tendrá "valor" si es asumido por la Xunta y el Parlamento.

El director del Igape, Juan Cividanes, destaco que Galicia está en la "buena línea" en la transformación digital y para mejorar la competitividad con el programa "Axenda 4.0", que recoge las medidas acordadas con 120 agentes económicos y sociales de Galicia.

Al final del acto, Corina Porro fue la encargada de leer una declaración institucional, "Por una alianza en el sector industrial gallego", donde se marcan los ejes que abordará el documento.

| Fuerte presión. El CES es consciente de la fuerte presión e impacto que sufre el sector industrial gallego por el cambio tecnológico y la globalización, frenando su aportación al PIB. A pesar del dinamismo emprendedor en ciertos sectores, "son cada vez más evidentes las dificultades" para atraer nuevas inversiones de empresas foráneas y retener las de las que ya tienen centros de producción en Galicia.

| Robotización. El mayor riesgo para el desplazamiento del empleo no vendrá de la competencia internacional ni de la relocalización de la producción en lugares próximos a Galicia, sino por el intenso proceso de robotización e incorporación de la inteligencia artificial, que provocará además un déficit de cualificación profesional.

| Suelo industrial y energía. Ante las dificultades del sector manufacturero para competir en mercados internacionales y para atraer nuevas inversiones, el CES cree importante "repensar" determinados factores territoriales que inciden en la competitividad. Por ello, reclama una actuación decidida en suelo industrial, tratamiento de residuos y suministro energético de calidad y a precio razonable.

| Regulación normativa. Leyes, normativas y prácticas empresariales y políticas se deben reformar porque limitan la capacidad de emprendimiento. Todo ello sin menoscabo de las condiciones laborales de los trabajadores.

| Cualificación profesional. El futuro de la industria depende del desarrollo del capital humano y ante la escasa capacidad para atraer talento internacional, el CES considera que resulta "particularmente importante" diseñar políticas flexibles de adaptación de las cualificaciones profesionales para facilitar la transición no traumática de empleo provocada por la automatización de los procesos productivos.

| Innovación. El Consello entiende que la investigación y la innovación son "cruciales", por lo que además de expresar su preocupación por el bajo nivel de gasto público en I+D+i, esto se debe complementar con una "obsesión constante y permanente" para garantizar la eficacia de este gasto.

| Inversión foránea. El CES propone con "énfasis especial" una vigilancia específica sobre la captación de inversiones internacionales y los incentivos a la a retención de la actividad industrial susceptible de reubicarse en otro territorio.