El pago de la renta de inclusión social (Risga) ha recibido otra inyección extra de casi 900.000 euros para afrontar la demanda existente de unos cheques sociales de alrededor de 400 euros mensuales para personas que no alcanzan esos ingresos. Se trata de la segunda operación contable consecutiva para elevar el presupuesto récord de 57,5 millones de euros que se activó en febrero. Desde entonces, se le han añadido otros 1,4.

La Consellería de Política Social solicitó luz verde a Facenda para ampliar el crédito de esta partida en 864.792 euros en abril, un mes después de realizar la misma operación por otros 600.000. La última modificación presupuestaria pretende atender 129 nuevas solicitudes de esta ayuda, "que superan la previsión inicialmente presupuestada por el incremento experimentado en las solicitudes pendientes de concesión".

La demanda de salvavidas públicos para evitar la pobreza, a pesar del contexto de creación de empleo y crecimiento económico, no es el único motivo de este incremento, sino también el propio funcionamiento de estas ayudas sociales.

Política Social está obligada a garantizar los fondos durante un año para quien reciba la Risga, aunque muchas personas no la perciben de forma continuada doce meses. De esa forma, con 129 solicitudes es necesario habilitar fondos para blindar su cheque hasta el cierre del año. Por segundo mes, la Xunta certifica que su presupuesto récord resulta insuficiente para cubrir la demanda.

El problema de la Xunta radica en los atrasos. Cubrir las ayudas pendientes han dejado sin margen suficiente sus cuentas para nuevos beneficiarios, algo que sucedió un mes después de que entrasen en vigor sus presupuestos más altos de la historia. Con 57,5 millones, el Ejecutivo cuenta ya con más del doble de los fondos de 2009 y se acerca a la barrera de los 60 millones, pues con las dos ampliaciones ya roza los 59.

La Risga es una ayuda para personas con ingresos bajos. Su cuantía ronda los 400 euros de media, pero puede alcanzar los 718 en caso de tener hasta siete familiares a cargo. La ayuda está pendiente de que la Xunta aplique un cambio de funcionamiento de la misma para favorecer la integración laboral, que se demora ya cuatro años.

En 2013 se aprobó la Lei de Inclusión Social de Galicia, que modificaba la Risga dividiéndola en tres tramos, pero cuya entrada en funcionamiento dependía de un reglamento que la Xunta aún no ha aprobado. Política Social garantiza que lo hará antes de que concluya el año y así se podrá trabajar y cobrar la Risga si entre ambos ingresos no se superan los 954 euros.