El PSdeG afronta con incertidumbre y división la etapa abierta tras la elección de Pedro Sánchez como secretario general en las primarias y la fractura interna mostrada en los congresillos del fin de semana. A Coruña fue la única provincia donde la lista de delegados al congreso federal del 18 de junio se pactó entre sanchistas y partidarios de Susana Díaz. En Ourense, ambos se enfrentaron y en Lugo y Pontevedra los primeros coparon todos los puestos. A este último cónclave se refirió ayer el portavoz socialista en la Diputación de Pontevedra y edil en Vigo Carlos López-Font, que vinculó la falta de acuerdo a la postura "totalitaria" de los partidarios de Sánchez.

"Nosotros no vetamos a nadie para ir al congreso, pero no vamos a consentir estos totalitarismos", cargó, en alusión al desencadenante de que se rompiese el acuerdo entre el sector susanista, afín al alcalde de Vigo, Abel Caballero, y los sanchistas: el liderazgo de Gonzalo Caballero de la delegación de 16 miembros. Este esgrimió ser la referencia sanchista en la provincia, pero el aparato vigués alegó que había perdido la votación para acudir al congresillo del domingo. Font reiteró que quien perdió "de forma significativa" en la mayor agrupación de Galicia "no puede ser la referencia" de una lista única. "Optamos por no concurrir para no provocar una división", explicó sobre el abandono de la reunión de 70 delegados y añadió que esa "inflexibilidad e intransigencia" chocan con los mensajes en favor de la integración del bloque ganador de las primarias.

El choque también se produjo en Ourense -los críticos perdieron la mayoría de delegados, pero solo por un asiento-, Lugo -descabezado desde hace un año y con el sanchismo. Y todo antes de un congreso federal previo a uno gallego previsto en septiembre para elegir líder y de la renovación provincial y local con la vista en las municipales de 2019.

Por su parte, el diputado del PSdeG Juan Díaz Villoslada defendió ayer el trabajo de Xoaquín Fernández Leiceaga como portavoz parlamentario, después de la llamada de la presidenta de la gestora, Pilar Cancela, a "endurecer el discurso" en el Parlamento. Negó que actuase con "tibieza" y confió en que el partido tendrá mayor capacidad para "armar la acción de oposición" cuando Sánchez tome el timón del partido en junio.