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Medio Rural cambia su plan contra la plaga del pino tras las críticas de la UE

-Medio Rural admite que hay que mejorar los trabajos contra el nematodo en zonas quemadas -Los dueños de los montes afectados reclaman "más agilidad" para evitar que se extienda

Pinos talados para evitar la propagación del nematodo, en la zona de As Neves. // Gabino Porto

Tras el varapalo de la UE a la Xunta por los "deficientes controles" y la lentitud en la erradicación de la plaga del pino, la Consellería de Medio Rural ha decidido tomar nota y tratar de corregir su plan de actuación contra el nematodo. Desde Bruselas se reprochaba al Gobierno gallego que debido a la falta de medidas para evitar la propagación del mal, el brote detectado en 2010 en As Neves se había extendido, lo que provocó que en 2016 apareciera otro foco en Salvaterra de Miño. Los propietarios y comuneros de montes denuncian la "dejadez" del Ejecutivo autonómico y le piden "más agilidad". Además reclaman indemnizaciones por las pérdidas millonarias que las restricciones impuestas en la explotación de la madera están suponiendo para el sector.

Medio Rural explica que "a la vista del informe de la Comisión se comenzó a trabajar ya desde el 1 de enero de este año para corregir los aspectos sobre los que se llamaba la atención relacionados con las medidas de control". Aunque no especifican qué cambios están incorporando a su plan contra el nematodo, recuerdan que una de las advertencias de la UE era "mejorar la gestión de las zonas quemadas". Los técnicos de Bruselas recriminaban a la Xunta que no tomara muestras de los árboles quemados en la zona de la epidemia, puesto que podían ser un foco de contagio.

Sin embargo, el departamento que dirige Ángeles Vázquez aclara que las inspecciones comunitarias también destacaron las actuaciones positivas de la Xunta en la lucha contra el nematodo. "Constataron la existencia de una organización clara de los controles y una buena cooperación y comunicación entre las organizaciones involucradas", apuntan.

Según informan, el Gobierno gallego se ha gastado 10 millones de euros en hacer frente a la plaga del pino desde la primera aparición del brote en 2010. Y aseguran que, desde entonces "hay dos focos localizados, uno en 2010, y otro en 2016, sin que haya constancia de una mayor extensión por el territorio gallego".

Desde la Organización Galega de Comunidades de Montes creen que la auditoría de la UE responde a las quejas que los propietarios de montes mancomunados llevan transmitiendo desde hace años. El presidente de los comuneros, Xosé Alfredo Pereira, critica la "dejadez" de Medio Rural.

Los propietarios forestales denuncian pérdidas "millonarias" debido a las medidas de restricción impuestas para controlar la plaga y que ya duran siete años. En un radio de 20 kilómetros desde el foco del brote se deben retirar todos los árboles muertos, pero su madera solo se puede aprovechar si es sometido a un tratamiento térmico del que disponen solo unos pocos aserraderos. Esta medida se aplica también en la zona tampón, que abarca una franja de 20 kilómetros desde la frontera de Portugal.

Tanto desde la Asociación Forestal como desde la Organización de Comunidades de Montes reclaman "más agilidad" a la Xunta en la erradicación de la plaga y que se indemnice a los propietarios de los montes afectados por las pérdidas.

Investigadores apuestan por colocar más trampas

  • El nematodo es un gusano microscópico letal para los pinos, pero su propagación depende de un insecto, un pequeño coleóptero, que transmite el mal a otros árboles al alimentarse o poner huevos. Por eso, gran parte de las medidas adoptadas por la Administración para combatir la plaga están enfocadas a controlar este pequeño escarabajo. Y una de las medidas es colocar trampas.En 2016 colocaron 175, lo que representa un ratio de 0,1 por cada hectárea afectada. Una investigación realizada en Castilla y León por la ingeniera de montes Estela Sánchez revela como colocando un mayor número de trampas se ganaba en eficacia. Según los resultados publicados en el diario Campo Galego, instalando 0,8 trampas por hectárea, es decir ocho veces más de las que se colocan en Galicia, se logra eliminar un 95 por ciento de los insectos que propagan el nematodo.Según este estudio de campo realizado en Castilla y León, con la densidad de trampas colocadas en Galicia solo se capturarían el 20 por ciento de los insectos.

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