La primera oportunidad de que el PSdeG muestre la voluntad de remar unidos de sanchistas sanchistasy susanistas evidencia la división del partido. La elección de delegados a los congresillos que designarán a los representantes de Galicia en el congreso federal socialista del 18 de junio, que ratificará a Pedro Sánchez como líder y avalará su dirección y hoja de ruta, se salda sin una paz general. El intento del ganador de las primarias de consensuar listas únicas en cada provincia, en las que propone tener mayoría de delegados por haber sido el más votado el domingo, no ha tenido éxito en Pontevedra y Ourense. En Lugo se prevé un acuerdo y en A Coruña, este se limita, por ahora, a la ciudad herculina, aunque al cierre de esta edición se perfilaba también en Ferrol. Las negociaciones continúan.

En juego no está el liderazgo de Sánchez. Pero los delegados al congreso federal serán los que voten su ponencia política y su ejecutiva. Su equipo teme que aparezca un voto de castigo de los representantes del aparato, que en su mayoría apoyaron a Susana Díaz. No pueden tumbarlo, pero los votos en blanco de sus representantes marcarían el grado de dificultad con que comenzaría la segunda etapa al frente del puño y la rosa del que ya fue cabeza de cartel socialista en 2015 y 2016.

El proceso arranca hoy. Hasta el viernes, las asambleas locales elegirán a los delegados a los congresillos. Los cónclaves provinciales serán los que designen a los representantes de cada provincia en el congreso federal. En los congresillos podrán presentarse varias listas, igual que en las citas locales, y la cifra de representantes en Madrid será proporcional a los votos.

Sánchez busca listas únicas por provincia, compuestas en función del resultado de las primarias. Él logró el 69% de los votos en A Coruña; el 68% en Lugo; el 64% en Pontevedra; y el 55% en Ourense. Y quiere trasladar esos porcentajes a la elección de delegados. Es decir que el 64% de los delegados del PSOE de Pontevedra sean sus afines.

En Pontevedra no existe acuerdo. La dirección provincial, afín al alcalde de Vigo, Abel Caballero, que dirige la mayor agrupación socialista de la comunidad, "rechaza componendas a espaldas de los militantes", según fuentes socialistas, que irónicamente recuerdan que Sánchez hizo bandera de su rechazo a "los pactos de las élites". Los partidarios de Susana Díaz en Pontevedra remarcan: "No aceptamos pactos previos, que voten las bases y lo que haya que decidir que se decida en las asambleas, con transparencia".

La dirección pontevedresa apoyó a Díaz, que logró el 29% de votos en la provincia, porcentaje que los sanchistas ofrecen ahora al aparato provincial que tiene mayoría absoluta en Vigo y dirige la Diputación. La horquilla de negociación la marca el 5,6% que logró Patxi López, según fuentes próximas a Sánchez.

En Ourense tampoco existe acuerdo. El sector sanchista defiende un reparto proporcional al resultado de las primarias del domingo, mientras que el susanista se abre a negociar siempre que las cifras no sean inamovibles. En esta línea se sitúa el sector afín a Pachi Vázquez, exsecretario xeral del PSdeG y muy crítico con la victoria de Sánchez en las primarias.

En A Coruña, cuya dirección provincial apoyó a Sánchez, el acuerdo se cerró en la ciudad herculina, con dirección provisional, y avanzaba en Ferrol. Las negociaciones continuarán hoy y mañana, según fuentes socialistas, a pesar de que ya se celebran las asambleas locales en que ambos bandos propondrán representantes para la cita del fin de semana. En Santiago ya comenzaron ayer. En Lugo, con un aparato a favor de Sánchez, se prevé consenso, algo que, a nivel autonómico, también será generalizado en el resto del Estado, con las excepciones de Andalucía, feudo de Susana Díaz, y Aragón.