A pesar de que "los vientos de la recuperación" soplan ya a favor del tejido empresarial gallego y las entidades bancarias empiezan a abrir de nuevo el grifo del crédito, la Xunta no replegará sus políticas de apoyo a la financiación de las empresas gallegas en 2017. Durante este año el Igape tiene previsto inyectar un total de 97 millones de euros en préstamos a casi 3.000 pymes, lo que permitirá movilizar inversiones por más de 425 millones de euros. Dentro de este gran paquete de apoyo financiero -denominado "Galicia 1000"- el Consello de la Xunta aprobará mañana una primera línea de crédito dirigida a aquellas empresas que quieran ampliar, modernizar o renovar sus instalaciones o bien necesiten circulante para reforzar sus estructuras financieras o avanzar en sus planes de internacionalización. Estas ayudas, que se nutren del Banco Europeo de Inversiones, servirán para impulsar inversiones por 20 millones de euros.

Lo anunció ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, durante la clausura de la Asamblea de la Empresa Familiar en la que el empresario Víctor Nogueira, del Grupo Nogar, tomó el relevo a Emilio Pérez Nieto (Pérez Rumbao) al frente de esta asociación que aglutina al 92 por ciento de las firmas gallega y concentra el 86 por ciento del empleo de la comunidad autónoma.

Tras agradecer a Pérez Nieto su "excelente trabajo" al frente de la Asociación Gallega de Empresa Familiar, Feijóo expuso que tras "las extraordinarias dificultades" que tuvo que afrontar Galicia, ahora la economía gallega "se recupera de forma sólida". Así, recordó que la Xunta está estudiando elevar su previsión de crecimiento económico para este año.

Para reforzar el tejido empresarial gallego, captar inversiones y evitar la fuga de capital hacia el Norte de Portugal, la Xunta prepara una ley para favorecer la implantación de nuevas firmas en suelo industrial gallego que prevé que llegue al Parlamento antes del verano, según informó Feijóo.

"El objetivo es eliminar obstáculos para que las empresas se instalen en Galicia mediante la disminución de la carga fiscal, rebaja de tramitaciones administrativas y el acceso al suelo industrial", explicó Feijóo. En concreto, aludió a la iniciativa por la cual pedirán a los ayuntamientos que apliquen exenciones o bonificaciones fiscales de hasta el 99 por ciento en tributos como el IBI, el IAE o el ICIO (Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras).

"No pasa nada por pedirle a los concellos que, del mismo modo que hay otros municipios de países limítrofes que están con una política fiscal agresiva para captar inversiones, los ayuntamientos gallegos también pueden suprimir o bonificar muchísimos impuestos municipales", señaló Feijóo.