Castilla y León se unirá a Galicia en su demanda a la Unión Europea para la inclusión en 2018 del Corredor del Noroeste en la Red Transeuropea de Transportes. Este corredor debe permitir la conexión del tráfico de mercancías desde ambas comunidades además de desde Asturias, y Cantabria, a Francia y el resto de Europa Su inclusión en la Red Transeuropea supone la recepción de subvenciones comunitarias para modernizar las líneas del transporte de mercancías. En Galicia, el tren de mercancías está obsoleto, tanto que solo capta el uno por ciento de todas las mercancías que circulan por la comunidad.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció el lunes en Braga que Galicia volverá a intentar la inclusión de Galicia en la Red Transeuropea de Transportes. Quedarse descolgada de esta red supone perder una oportunidad de negocio y la posibilidad de multiplicar los intercambios comerciales con Europa.
Feijóo adelantó que presionará al Gobierno central para que en la revisión prevista del año próximo de la Red Transeuropea se demande el Corredor del Cantábrico para poner fin a la marginación del Noroeste español.
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Castilla y León, gobernada por el PP, adelantó ayer que la propuesta será conjunta. La necesidad de que esta esquina peninsular no sea discriminada de la modernización del tren de mercancías es un clamor. Empresarios de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León ya alzaron su voz para reclamar el nuevo corredor.
Los Gobiernos de estas cuatro autonomías también han tenido contactos previos para explorar las posibilidades que tienen para corregir su exclusión de la Red Transeuropea. Desde Castilla y León explicaban ayer que el Corredor del Noroeste debe luego enlazar con el Corredor Atlántico en su salida hacia Francia. "El Corredor Atlántico no es una mera configuración lineal si no un espacio de confluencia e integración de los distintos territorios, plataformas e infraestructuras logísticas que se encuentran ubicadas en el espacio comprendido entre la línea del corredor y la línea de Fachada Atlántica".
"Siempre hemos defendido que el Corredor Atlántico era algo más que una mera línea sobre un plano si no una Red con un carácter integrador y de capilaridad entre los diferentes enclaves logísticos" remarcaba el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
"Es el momento de apostar conjuntamente con otras Comunidades por el desarrollo de aquellas infraestructuras que no se encuentran en la línea del Corredor Atlántico y que son esenciales para Castilla y León por su gran valor añadido y aportación a la actividad logística", apuntó Suárez Quiñones.
Galicia y Castilla y León se han puesto las pilas para intentar lograr su inclusión en la red europea del transporte ferroviaria de mercancías. El País Vasco acaba de lograr, gracias al respaldo del PNV a los Presupuestos estatales, una nueva salida ferroviaria del puerto de Bilbao para conectar con el Corredor Atlántico con una inversión de 381 millones de euros.
El puerto bilbaíno ya tiene enlace con el Corredor Atlántico, pero el Ministerio de Fomento se compromete a construirle una línea exclusiva para el transporte de mercancías, y así no tener que compartir la vía con el transporte de viajeros.
La semana pasada una nutridad representación de empresarios del Mediterráneo pedían en Almería "completar la España radial con una circular", impulsando nuevas líneas de AVE y modernizando el tren de mercancías. Las autonomías del Mediterráneo ya tienen su corredor incluido en el mapa comunitario, pero demandan celeridad a las obras.
