Faltan dos semanas para que 70 institutos gallegos estrenen la evaluación de final de etapa de 4º de la ESO, conocida como "reválida" pese a que en aras del pacto de Estado por la educación ha quedado sin efectos académicos y ha pasado a tener carácter muestral. Así lo establece la orden que el Ministerio de Educación publicó este fin de semana para regular la prueba. La Xunta estaba esperando ese marco genérico, que fija al menos un 20% de preguntas semiabiertas en el examen, para fijar sus propias instrucciones, que especificarán que habrá informes por centro y que las pruebas las corregirán funcionarios docentes ajenos a los institutos que hagan la evaluación. Fuentes de la Consellería de Educación señalan que están ultimando los detalles para esta evaluación y para la de 6º de primaria (que el Gobierno no ha regulado de forma específica), previstas para el 23 y 24 de mayo.

Ambas evaluaciones tienen en común ser muestrales -en el caso de la de final de etapa de primaria serán 125 los colegios que la hagan en Galicia- y por ello no darán lugar a un informe individualizado por alumno, como ocurría antes con la evaluación de 6º y la de 3º de primaria, la única que se mantiene en todos los alumnos de este nivel. Lo que sí habrá, avanzan desde Educación, es un informe del sistema y, a pesar de que no es preceptivo, la Xunta elaborará a mayores uno de centro para los que participaron en la muestra con el objetivo de que "conozcan sus propios datos y, si así lo consideran, puedan adoptar medidas específicas de mejora". Inciden, eso sí, que cada centro conocerá solo su propio informe.

Supervisión de docentes externos

Educación explica que las pruebas (los cuadernillos) serán aplicadas en el centro por profesores que no imparten clase a los alumnos evaluados y que para corregirlas se creará unas comisiónes de evaluación provinciales integradas por profesores funcionarios del sistema educativo público ajenos a los centros seleccionados.

Por otro lado, y al igual que ocurrió en los dos cursos pasados, padres de la pública cuestionan la utilidad de las pruebas de 3º de primaria y advierten, como hacía ayer la Confederación de Anpas Galegas, de un "abandono masivo de las aulas" cuando se celebren, el 30 y el 31abandono masivo de las aulas. Aunque Confapa no abordó el asunto aún, su presidente en funciones, Rogelio Carballo, avanza su rechazo si "son iguales que el año pasado". Frente a la llamada al boicot de la Confederación de Anpas, la Xunta alega que la prueba de 3º se dejó igual en el acuerdo de Gobierno y autonomías. Al ser en medio de la etapa, alega, se consideró que los resultados "son muy importantes para poder tomar decisiones y aplicar medidas correctoras desde edades tempranas", a nivel de centro e individual. Además, incide en que es casi idéntica a las evaluaciones de diagnóstico de la etapa socialista.