La mirada fija en la pantalla del teléfono móvil, el tecleo con el que se alimenta un chat, los nervios que preceden a la espera del tono de notificación... y una colección de suspiros de alivio o reconforto tras comprobar que se ha recibido respuesta de un contacto muy particular. Quérote+, el servicio que desde 2006 orienta gratuitamente sobre dudas afectivo-sexuales a la mocedad gallega, atendió el pasado año una media de tres consultas diarias a través de sus números de Whatsapp y Telegram.En total, ambos medios de mensajería instantánea, incorporados en 2014 a las posibilidades de asesoramiento ofrecidas por este programa de la Consellería de Política Social, gestionaron 1.135 preguntas, un 16% del total de las recibidas en 2016.
Casi la mitad de quienes se animan a resolver sus preocupaciones en este campo -mujeres, en más del 60% de los casos- aun optan por hacerlo a través de la atención presencial,ofertada en los seis centros Quérote!, los Espazos Xove y en puntos de información semanal existentes en las universidades compostelana y coruñesa. El resto -22,4%- levantan el teléfono o envían electrónicamente sus interrogantes -12,6%-. Sin embargo, la canalización de las consultas a través del carril rápido que permite la interacción en tiempo real es una opción que amplía el número de sus usuarios en una proporción mayor que las demás. Desde su implantación, el buzón de entrada de mensajes de las aplicaciones telefónicas virtuales vió medrar el tráfico de avisos en un 91%.
Para la coordinadora del programa, Noa Tilve, el incremento de este tipo de servicio - reforzado desde hace un año con la posibilidad de realizar videollamadas por Hangouts o Skype- radica en su capacidad para combinar la temporalidad del diálogo en vivo con el anonimato que otorga la distancia física en la espacialidad: "Muchos nos dicen que prefieren este medio porque les da vergüenza hacer cierta consulta de manera presencial".
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Con todo, no solo el pudor condiciona el acceso a este recurso. Aunque el factor de la inhibición explica por qué Quérote+ funciona como "una herramienta complementaria y/o alternativa" al rol familiar y escolar, la descripción de la estadística de contenidos revela que lo que mueve a un joven a convertirse en usuario es, sobre todo, la necesidad de encontrar soluciones con sello profesional y garantía de empatía y apoyo.
El 60% de las consultas son interpelaciones a la sexualidad y, especialmente, a las dificultades que surgen durante los primeros encuentros eróticos o a la ruta a seguir en caso de no haberse utilizado un método anticonceptivo o de que este fallara. Otro 18% son interrogantes en torno al VIH y sus posibilidades de su detección, mientras que el restante porcentual lo protagonizan con tenidos diversos referentes tanto a la experiencia del auto-conocimiento -desde dudas sobre la identidad y orientación sexual a cuándo acudir al ginecólogo - como a la relación con el otro.
Aunque la mayoría de quienes plantean estas cuestiones son jóvenes de entre 18 y 20 años, la necesidad de auxilio es intergeneracional. Según explica Tilve, pese a que el incremento del interés sobre estos temas es notorio tanto entre las familias como entre los centros educativos, sus preocupaciones "aun están muy centradas en la prevención de riesgos". Por ello, Quérote+ también desarrolla actividades formativas en coordinación con el profesorado para alumnos de 3º de la ESO -en las que el pasado año participaron 13.123 estudiantes-así como encuentros a modo de diálogo con madres y padres.
Los facilitadores tratan de construir un ambiente propicio para la reflexión en colectivo, favoreciendo la expresión autónoma de los deseos afectivo-sexuales, en el caso de los adolescentes, y el aprendizaje de la escucha activa, para los progenitores.
Noa Tilve
"Las preguntas sobre sexualidad de la juventud son iguales que hace 10 años"
Noa Tilve, coordinadora del programa Quérote+, trabaja desde 2006 como psicóloga en el centro de atención de Santiago, el primero de este tipo que se abrió en Galicia.
-Están repuntando las preguntas sobre imagen corporal y autoestima, en relación a las que observamos que la edad de inicio en comportamientos tendientes o que ya dan cuenta un trastorno alimenticio es más baja que hace diez años. Con todo, la mayor parte de las consultas están vinculadas a la sexualidad y a la afectividad, materias predominantes desde que empezó el programa. Lo curioso es que se mantienen preguntas desde el 2006 hasta hoy. Muchos mitos siguen circulando a pesar de que hay más información y acceso a Internet.
-¿Por ejemplo?
-Se sigue creyendo que en la primera relación sexual no se puede producir un embarazo, que la "marcha atrás" es una alternativa segura, que la orientación sexual es deducible por actitudes o cuestiones externas como la gestualidad o el modo de caminar...
-¿En qué áreas existe mayor desconocimiento?
-Los adolescentes no saben cómo son sus cuerpos ni cómo funcionan, por lo que no entienden qué es ni por qué se produce la respuesta sexual.Además, siguen orientando sus prácticas a partir de lo que los medios de comunicación y el cine difunden como modelo erótico. La pervivencia de ese patrón, construido desde una visión heterosexual, explica que los problemas y dificultades que nos plantean, muchas veces relacionados con frustraciones derivadas de no encajar en ese molde uniforme, no varíen mucho.
