Trabajar por una escuela inclusiva y no violenta, basada en la tutorización emocional entre iguales es el objetivo al que se lanzó ya en 2003 el psicólogo Andrés González Bellido. En la actualidad más de 70 centros educativos gallegos -en su mayoría en la provincia de Pontevedra- ya han implantado el programa TEI, que se desarrolla en unos 800 centros de España. Las próximas ´ciudades TEI´ serán Verín y Ferrol, avanza el experto contra el bullying. El próximo 27 de mayo, Bellido participará en el I Foro de Educación Faro de Vigo con un taller que impartirá junto con alumnado y docentes que han implantado el programa en centros de educación Infantil, Primaria y Secundaria en Galicia.

-El segundo "Estudio sobre Bullying y ciberbullying", realizado por la Fundación Mutua Madrileña y ANAR revela que ha bajado la edad media de las víctimas, hasta los diez años y ha crecido el número de las que tienen siete.

-Antes los niveles más altos de acoso se daban en quinto de Primaria, en la preadolescencia. Por eso los alumnos de tercero son tutorizados por los de quinto de Primaria. Yo creo que no es que la edad haya bajado, si no que se ha visualizado y que cada vez las situaciones son más graves y con más intensidad de violencia. Las situaciones de acoso tienen sobre todo mucho más impacto social y mediático porque utilizan un elemento nuevo: las redes sociales.

-¿Son más violentos los niños y niñas que hace 20 o 30 años o solo tienen más herramientas para ejercerla?

-Seguro que tienen más herramientas. Pero también es cierto que los juegos que utilizan los alumnos en su vida cotidiana, como buena parte de los juegos de rol y algunos de los de redes sociales, incluyen la violencia con una parte integrante de la vida. Desgraciadamente, la mayor parte de comportamientos violentos que vemos, llegan desde la perspectiva de la frustración. No conseguir metas comporta en muchos casos conductas violentas. Y considero que la capacidad de resistencia a la frustración de una buena cantidad de los alumnos ha disminuido. Han tenido demasiadas cosas de forma demasiado fácil y poco esfuerzo y compromiso. O simplemente les cuesta aceptar que no pueden tenerlo todo. Por eso su capacidad de resistencia a las situaciones de frustración es mucho más baja y su reacción es mucho más violenta.

-Pero los casos reales atendidos son un 87,7% más que en 2015. ¿Será que ese acoso que antes estaba oculto está saliendo a la luz?

-Sí, yo no pienso que haya muchas más situaciones de acoso, lo que creo es que hay un proceso de visibilización de las situaciones de bullying que antes no teníamos. Pero ese es el primer criterio para trabajar desde una perspectiva preventiva: solo cuando conocemos las situaciones que se producen en los centros, podemos intervenir. Por lo tanto, visibilizarlo es un indicio de que estamos trabajando en la línea adecuada.

-¿Desde qué edad se puede trabajar para prevenir esas reacciones?

-Desde que coge los primeros enfados, esos primeros berrinches del bebé cuando pasa por delante de una pastelería porque no se le compra un pastel. Estoy hablando de dos años, aproximadamente. Pienso que se debe de zanjar desde el primer momento. Y creo que no es fácil decir que no, pero es una necesidad; es algo que como padres debemos de asumir. Es una necesidad que, además, facilita los procesos de educación: decir que no desde edades muy tempranas y que se acostumbren a que no todo es fácil. Y lo que estamos trabajando también es la resistencia a la frustración, porque en una sociedad hemos de acercar al niño o al bebé a la realidad social. Han de saber que las cosas no van a ser demasiado fáciles y que requieren esfuerzo: desde estudiar a ir a comprar el pan. Decir que no es una necesidad clarísima en el ámbito educativo y creo que es mucho más importante que decir que sí.

-¿Se puede deshacer en casa lo que se ha construido en la escuela?

-A veces sí, porque tenemos la idea de que el menor no sufra, que se puede traumatizar€ A mí me parece que en la mayor parte de los casos no ocurre. El niño debe de tener una vida lo más fácil posible, pero eso no quiere decir que todo sea inmediato. Existen unos tiempos: si el niño mañana quiere un móvil, no puedes comprárselo.

-Ustedes han sido los primeros ahora que tanto se habla de tutorías entre iguales.

-Actualmente el TEI se aplica en Secundaria: los alumnos de 3º son tutores emocionales de los de 1º; en Primaria los alumnos de 5º son tutores de los de 3º y en Infantil, los alumnos de cinco años son tutores emocionales de los de tres años. En el caso de Infantil no está enfocado a prevención de acoso, si no a la generación de conductas saludables, que evitan que después se produzcan situaciones de acosos o violencia.

-En la implantación del programa, ¿no hubo reticencias por eso que se conoce como ´chivato´?

-Trabajamos desde el concepto de equipo. Los tutores y los tutorizado no son un chivato. Si en un equipo de fútbol alguien le dice a un jugador, "tienes que cubrir a ese defensa", nadie siente que es un chivato sino que forma parte de un equipo. Si un alumno dice que algo está pasando, la visión en el centro es la inversa a chivato. Trabajamos el concepto de justicia.

-¿Ven resultados prácticos?

-A partir del tercer año se reduce la violencia, los partes disciplinarios, amonestaciones, expulsiones, sobre un 60%. Actualmente podemos decir que no tenemos ninguna situación de acoso en los centros TEI en los que trabajamos. Ya no son dos ojos que miran si no 52 ojos que están mirando. Los verdaderos protagonistas son los alumnos. Por lo tanto, las posibilidades de que exista acoso, que es una violencia sistemática, desaparecen si se lleva bien el programa. Es decir, no existen posibilidades.

-Ha habido varias incorporaciones de centros gallegos este curso.

-En la zona de Vigo se han incorporado dos centros de Secundaria. En Ferrol y en la zona de Verín, en Ourense hay dos grandes proyectos: ciudades TEI. Son municipios donde todos los centros han optado por intervenir en la prevención de la violencia y que participan desde el Ayuntamiento. Actualmente en España hay 18 ciudades TEI y ayer tuve la primera reunión para implantarlo en Ferrol. Se forman también en la prevención de acoso escolar los monitores de comedor, de actividades deportivas, los agentes tutores, personas relacionadas con la adolescencia... Para que se haga una intervención integral a nivel de municipio.

-Como psicólogo clínico, ¿que le llevó a actuar contra el bullying?

-Soy psicólogo clínico y he trabajado con alumnos que han sido víctimas. El nivel de sufrimiento que tienen no solo los alumnos, si no toda la comunidad familiar, es grande. Lo pasan muy mal porque además no saben qué hacer.