En manos de un niño el móvil puede ser un arma. Lo avisaba en este diario el experto en acoso escolar Javier Pérez, y lo confirma el II Estudio sobre Acoso Escolar y Ciberbullying realizado por la Federación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo), que analiza los casos de acoso que se gestionan en el teléfono de ANAR y que constata cómo el ciberacoso se realiza sobre todo con móvil, mediante el whatsapp y las redes sociales. Galicia no es ajena a esta situación: uno de cada diez escolares que solicita ayuda al número de ANAR por esta causa es gallego y la comunidad es la tercera más afectada en hostigamiento virtual.

En cuanto al acoso presencial, el informe cifra los niños gallegos que recurrieron al teléfono de ayuda en un 9,9% del total. Ese porcentaje triplica al registrado de 2013 a 2015. Pero en el ciberacoso el 10,4% supone cuadriplicar el dato (2,5%).

En el conjunto del Estado, ANAR atendió 1.207 casos de acoso "reales" -unos 120 de Galicia si se aplica el porcentaje- que supusieron un 87,7% más. Fuentes de ANAR atribuyen el aumento, no a una mayor incidencia del bullying, sino a "más visibilidad" y concienciación. Así, crecieron los casos de niños de 7 años o menos cuyos padres llaman para denunciar y "ya no dejan pasar" que su hijo llegue diciendo que le pegaron.