El ingeniero de obras públicas Xosé Carlos Fernández Díaz ha presentado en la reunión anual del Foro Económico de Galicia una propuesta de conexión de Vigo con Ourense por tren de alta velocidad que reduce la duración del viaje y la inversión requerida en comparación con la variante de Cerdedo, que es la que está estudiando el Ministerio de Fomento, si bien todavía no ha superado la fase de tramitación ambiental.

Fernández Díaz plantea que el recorrido se realice de forma directa y sin paradas por Mondariz y Ribadavia, que tendría 82 kilómetros de longitud frente a los 114 por Cerdedo y necesitaría una inversión de 1.900 millones de euros frente a los 2.320 por el norte de la provincia. De hacerse esta línea, el viaje entre Vigo y Madrid se reduciría de las tres horas previstas a dos horas con cuarenta minutos.

La propuesta de este ingeniero fue una de las aportaciones más que esta mañana se pusieron sobre la mesa en la reunión del Foro Económico de Galicia que celebra en A Toxa, donde el ferrocarril centró la segunda jornada de este encuentro anual en el que participan empresarios y académicos. Entre sus conclusiones figura la idea de que Galicia no debe conformarse solo con la entrada en servicio del AVE, previsto para finales de 2019, sino que debe reclamar el desarrollo completo del ferrocarril: la conexión del tren con aeropuertos y puertos, la apuesta por el cercanías y la electrificación de toda la red interior.

Frente a quienes reprocharon en su día los altos costes del AVE a Galicia -incluso algunas fuerzas políticas llegaron a demandar su revisión por no resultar rentable desde el punto de vista económico-, los participantes del Foro aportaron datos para desmontar el mito de que el AVE gallego es caro. Según sus cálculos, el kilómetro de tren de alta velocidad de Galicia saldría unos 13 millones de euros, el coste más bajo de todas las líenas construidas en España.

En la jornada intervino el director adjunto del departamento de gobernanza pública de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Luiz de Mello, quien advirtió de que la brecha de productividad entre Galicia y España sigue sin cerrarse. Si la media española de PIB por trabajador es de algo más de 73.000 euros al año, la gallega se queda en los 67.000, una diferencia que se mantiene prácticamente estable entre los años 2004 y 2013. La europea figura a una notable distancia, pues en el último año de referencia supera los 80.000 euros.

De Mello avisó en su intervención que la disparidad del nivel de vida va más allá de las brechas de ingreso, en un concepto multidimensional del bienestar. A este respecto, ha destacado que Galicia está muy bien, por ejemplo, en lo tocante a sanidad, pero no así tanto en educación (en el límite bajo) y empleo (algo peor).