La Consellería de Sanidade asegura "estar atenta a lo que sucede en Portugal" después de que el brote de sarampión registrado en las últimas semanas al sur de la ribera del Miño causara ayer la muerte de una joven de 17 años que no estaba vacunada y de que el Ministerio de Sanidad luso confirmara la existencia de 21 enfermos más y la posible infección de otros 18
El departamento dirigido por Jesús Vázquez considera que no existen motivos para que la Xunta establezca medidas de prevención adicionales a las existentes ante el repunte de la estadística de afectados del país vecino -donde,según datos de la Direcção Geral da Saúde, el número de casos detectados en los últimos cuatro meses, concentrados en el área de Lisboa y el Algarve, suman más que los de la última década-. Para la Consellería, además de no existir constancia de la presencia de esta enfermedad en Galicia en los últimos años, el alto índice de vacunación existente en la comunidad dificulta que se produzca un brote semejante al portugués.
Según los últimos datos disponibles, correspondientes al 2015, la cobertura de aplicación de la primera inyeccción de la triple vírica -la vacuna para la inmunización del sarampión, las paperas y la rubéola- es del 97,8%. Es decir, solo 441 de los 19.727 gallegos menores de un año, edad en la que el calendario de vacunación pediátrica fija esta inoculación, no la recibieron. En el caso de la segunda dosis, prevista para el tercer cumpleaños, la tasa desciende por debajo de la media española hasta el 92,3% -lo que se traduce en unos 1.713 niños sin proteger-. En Portugal, donde la cobertura vacunal también es elevada, las autoridades sanitarias evalúan ahora la posibilidad de adelantar la primera dosis de la vacuna antes de los 12 meses.
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Teresa Valls - Presidenta de la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria (AGAPap)
"El brote luso es una alerta más del repunte de casos en Europa"
Teresa Valls, presidenta de la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria (AGAPap)considera que la vacunación es la garantía defensiva clave ante el surgimiento periódico de brotes como el del sarampión en Portugal, al que observa como una nuevo ejemplo del repunte de casos que durante los últimos años esta enfermedad experimenta en Europa.
-No hay que preocuparse por los niños ya vacunados pero los que no lo están deben hacerlo. Aunque en Galicia hay una tasa de cobertura alta, las personas que no están vacunadas o que no padecieron la enfermedad están en riesgo en caso de que el virus se ponga en circulación.
-¿De qué depende que circule?
-Solo de que una persona procedente de una zona infectada conviva con alguien sin vacunar . Si bien es difícil que, con la eficacia de la vacuna y su alta aplicación, se produzca una epidemia poblacional, sí pueden producirse brotes. El de Portugal es una alerta más sobre un repunte observable hace años en Europa, sobre todo donde tiene más peso el movimiento antivacunas.
-¿Son infundados los argumentos de este colectivo?
-Por supuesto. Las vacunas, como cualquier procedimiento médico, no son inocuas al 100% pero está comprobado que, además, de ser eficaces, los riesgos que contienen son mínimos, están muy vigilados y siempre son inferiores a los de la enfermedad.
--Barcelona estudia fijar la obligatoriedad de la vacuna para los niños que accedan a guarderías públicas. ¿Debe imponerse por ley?
-Depende de las circunstancias, pero en las actuales, la obligatoriedad puede causar el efecto contrario al que persigue, es decir, que crezca el número de personas que se oponen a la vacunación. Sin presionar y explicando cómo funciona y se vigila el sistema, las familias acaban entiendendo su importancia.
