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Cambios en la estructura orgánica de la Xunta

Facenda pone bajo vigilancia la gestión del Sergas al dispararse los gastos en 400 millones

La consellería colocará a equipos de supervisión en cada una de las siete áreas sanitarias -Entre sus funciones estarán las de impulsar medidas de racionalización del gasto público

El complejo hospitalario Álvaro Cunqueiro de Vigo. // Marta G. Brea

Cuando Feijóo nombró conselleiro de Facenda a Valeriano Martínez a principios de 2015, la Xunta ya destacaba de él que como secretario xeral de Presidencia -su anterior cargo- ya prestaba especial atención al gasto del Sergas. A los pocos meses de estrenarse como miembro del Gobierno gallego creó una unidad de apoyo en su consellería para coordinar los proyectos normativos que afectaban al gestión sanitaria, pero ahora ha ido mucho más lejos en su tutela de la sanidad y Facenda colocará un equipo de auditores en cada una de las siete áreas sanitarias en que se divide la comunidad para controlar el gasto del Sergas y tomar las medidas necesarias que contribuyan a la sostenibilidad y racionalización del sistema público sanitario. Esta decisión se toma tras años en los que el Sergas aumentaba en cantidades millonarias su fondos, con respecto a las previsiones iniciales, mediante la fórmula de modificaciones presupuestarias aprobadas mes a mes. En 2016 disparó en al menos 400 millones de euros, mediante la ampliación de créditos, su presupuesto para poder atender, entre otros fines, el pago de las nóminas y fármacos o actividad extra de clínicas privadas para reducir las listas de espera.

Para cubrir estas nuevas funciones, la Consellería de Facenda ha tenido que modificar su estructura orgánica, cambios que se han hecho efectivos el pasado día 1 por la vía de un decreto. Se ha creado una nueva subdirección general que, según la Xunta, "permitirá intensificar y reforzar el seguimiento y la gestión económica en el campo sanitario, que es el servicio público al que se destinan más recursos, ya que representa el 42% del total del gasto de la comunidad".

Dependientes de esta unidad, en lo que constituye la principal novedad, están los equipos de auditoría que se colocarán en cada una de las áreas sanitarias del Sergas para extremar su control, que serán funcionarios especializados y coordinados no por Sanidade sino por la Intervención Xeral de la Administración autonómica.

En la exposición de motivos del decreto se recoge claramente las funciones que realizará este equipo de control externo al Sergas. "Estas modificaciones refuerzan los medios personales y materiales dedicados a desarrollar el control financiero y permanente sobre el sistema público de salud de Galicia, para mejorar el seguimiento de su actividad económica, de forma que sea posible proponer medidas de mejora que permitan optimizar la toma de decisiones de los gestores y contribuir a la sostenibilidad del sistema sanitario".

Entre las tareas concretas de la Subdirección Xeral de Estudos e Política de Gasto Sanitario, figuran dos funciones concretas que dan la medida de lo que se pretende hacer. Por una parte, realizará un análisis comparativo de la evolución cuantitativa y funcional del gasto del Sergas y de otros sistemas públicos de sanidad y, por otro, coordinará los informes financieros y operativos sobre gasto sanitario y propuestas de racionalización del gasto en materia de políticas públicas sanitarias.

Y es que el presupuesto al final de cada año en el Sergas es muy superior al inicialmente aprobado. Una técnica que afea constantemente el Consello de Contas, tanto en la parte referida a Sanidade como al resto de áreas de la Xunta, dado que entiende que esta fórmula constituye "una herramienta para la cobertura de gastos que son objeto de una deficiente presupuestación por escasamente realista". De hecho, en el año 2014 se realizaron modificaciones presupuestarias por casi 700 millones de euros en las cuentas autonómicas.

El Sergas es el departamento de la administración autonómica que más acude a esta herramienta para ir incrementando sus presupuestos a lo largo del año. En 2016 fueron al menos 400 millones de euros, según se recoge en la documentación enviada al Parlamento para dar cuenta de los cambios introducidos en sus recursos. La cantidad es superior a las de años anteriores (262 millones en 2013 o 327 en 2014), pero también influye que se metieron las partidas para pagar parte de la paga extra suprimida por la crisis.

Sin embargo, una de las razones principales que está detrás de las modificaciones presupuestarias es el pago de medicamentos. Solo en los meses de noviembre y diciembre el Sergas tuvo que tirar de créditos extraordinarios por importe de 200 millones de euros para cubrir la factura de fármacos.

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