El Gobierno inyectará 247 millones adicionales a Galicia del sistema de financiación autonómica para costear servicios públicos como la sanidad y la educación. Así lo anunció ayer la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tras reunirse en Santiago con el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. La número dos del Ejecutivo de Rajoy eludió, sin embargo, adelantar la inversión que se consignará a la comunidad gallega en el proyecto de Presupuestos del Estado para 2017, que hoy desgranará el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Para el presidente gallego el mínimo exigible no está en los 1.363 millones de euros asignados a Galicia en 2016 -de los cuales 773 millones fueron para la entrada del AVE- sino en la ejecución presupuestaria de Fomento durante el pasado año (entre enero y junio se situaba en solo 107 millones). Su prioridad es que se cumpla el compromiso de que la alta velocidad esté culminada en 2019. "Y para ello el presupuesto debe ser ostensiblemente superior al ejecutado en 2016", señaló. Su reclamación solo logró de la vicepresidenta el compromiso de que las inversiones serán suficientes para "cumplir" ese plazo.

Desde el Senado el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, tildó el proyecto del AVE a Galicia como "absolutamente prioritario", pero tampoco concretó cifras.

La Xunta ya da por hecho una reducción en las partidas que recibirá Galicia este año de los Presupuestos del Estado y, por lo tanto, ha focalizado sus exigencias en el AVE. El Gobierno de Rajoy se está volcando con Cataluña, donde anunció inversiones por 4.200 millones de euros, para tratar de desactivar el desafío soberanista y también con el País Vasco, puesto que necesita el apoyo del PNV para sacar adelante las cuentas.

Por eso, Feijóo rebaja el listón a mejorar "sustancialmente" la ejecución presupuestaria de 2016, un año en el que el gasto en las obras del AVE se paralizó por el bloqueo institucional provocado por las dificultades para formar gobierno en Madrid.

El experto en ferrocarriles, Xosé Carlos Fernández Díez, explica que solo en el primer semestre de 2016 la ejecución de las inversiones de Fomento en Galicia fue solo del 13%, únicamente unos 107 millones de euros, de manera que en todo el año podría ser el doble, unos doscientos millones. El secretario de Estado de Infraestructuras reconoció el "impacto negativo" que tuvo el Gobierno en funciones. "Y el AVE a Galicia no fue una excepción", aclaró.

Preguntada sobre si Galicia se vería perjudicada por un trato más favorable hacia Cataluña y Euskadi, la vicepresidenta del Gobierno defendió que las consignaciones del Ministerio de Fomento se deciden "buscando la máxima cohesión territorial" y no con otro tipo de criterios. Y, en todo caso, se mostró "optimista" respecto a Galicia y aseguró que el Gobierno estará "en condiciones de ejecutar al ritmo que permita cumplir con el compromiso de que los primeros trenes circulen en pruebas en el tercer trimestre de 2019".

Sin embargo, al margen de la conexión por AVE con la Meseta, los agentes sociales recuerdan que Galicia tiene necesidad de otras infraestructura vitales como la alta velocidad por Cerdedo, la línea Vigo-Oporto o modernizar el tráfico ferroviario de mercancías.

A falta de que se concreten las inversiones del Gobierno en Galicia, Sáenz de Santamaría llegó ayer a la comunidad con un anuncio bajo el brazo: se va a incrementar el reparto de fondos en el marco de la financiación autonómica para todas las comunidades, lo que reportará a Galicia 247 millones más que podrá utilizar fundamentalmente para mejorar la sanidad y la educación. El otro anuncio de la vicepresidenta fue la creación de un grupo de trabajo interinstitucional, formado por Gobierno, comunidades y municipios, para abordar el reto demográfico.

Tras dos horas de reunión con Feijóo, Sáenz de Santamaría visitó la Catedral para evaluar el avance de las obras de restauración. El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, desveló que la vicepresidenta rechazó su presencia en el acto, que ciñó a temas autonómicos. En todo caso, el regidor pidió "no dramatizar" el asunto.