La lucha contra el fraude fiscal es una vía más para engordar las arcas del Estado. La Agencia Tributaria obtuvo el pasado año un total de 14.883 millones de euros por sus inspecciones, investigaciones y demás actuaciones para descubrir a aquellos contribuyentes que no cumplen con todas sus obligaciones fiscales.

Esta recaudación resulta sustancial, pero supone reducir un 5% lo aflorado en el año 2015, ejercicio en el que se alcanzó un máximo histórico con 15.664 millones de euros ingresados derivados de los planes contra el fraude.

La Agencia Tributaria llevó a cabo en total a lo largo de 2016 un total de 108.338 "actuaciones nominales de comprobación e investigación". La cifra está por encima de las 107.580 del año anterior y significa alcanzar números récord de en la actividad inspectora.

Estas visitas se centraron en actividades como la economía sumergida (24.491 actuaciones) o el control de la facturación y los medios de pago (534 ), un ámbito en el que además de han abierto 7.263 expedientes de análisis por incumplimiento de la limitación de pagos en efectivo.

En el área de recaudación destacó además la fuerte reducción registrada en la deuda pendiente de cobro, que descendió un 6,9% hasta los 45.849 millones de euros.

Al mismo tiempo, la Agencia Tributaria continuó con las actuaciones más cualificadas para lograr el cobro efectivo de las deudas fiscales. En esta línea, se realizaron 26.145 investigaciones de movimientos financieros, un 16% más que el año anterior, para detectar posibles insolvencias ficticias, multiplicando por seis las intervenciones realizadas con este objetivo en el año 2012.