La traumática derrota del bipartito por precisamente por el escaño que se le escapó al BNG sumió al nacionalismo en un diván sobre su futuro, proceso que coincidió con la irrupción de una nueva política. Desde entonces, el Bloque perdió en 2015 la representación que había tenido en el Congreso durante 20 años y en 2012 quedó relegada a cuarta fuerza, igual que en la actualidad.

Por el camino, ha acumulado un rosario de bajas de dirigentes históricos y de mayor o menos peso, contrarios a la línea oficial de una Unión do Povo Galego (UPG) que se ha quedado sin contrapesos internos. El punto de inflexión lo marcó la asamblea de Amio de 2012. Xosé Manuel Beiras, Anxo Quintana, Martiño Noriega, Carlos Aymerich, Suso Veiga o Xosé Ramón Pérez Bouza son algunos de los nombres que dejaron atrás estas siglas. Hoy se ha conocido que también deja la militancia Xavier VenceXavier Vence, que fue el principal referente de la organización entre 2013 y 2016.

De los cinco portavoces nacionales que ha tenido, solo se mantienen dos en la organización. Se trata de Ana Pontón, actual líder del partido y que será reelegida en la asamblea de los días 25 y 26, y Guillerme Vázquez, que ejerció el cargo entre 2009 y 2013.

Xosé Manuel Beiras es, sin duda, la baja más simbólica del BNG. Primero, porque fue el rostro del Bloque en los 80 y protagonista, en colaboración con la UPG, del sorpasso que en 1997 situó al nacionalismo con 18 escaños como líder de la oposición. Cuatro años después, empató con el PSOE. Pero Beiras ya se había distanciado de la UPG y, tras perder el pulso por esta en 2012, se marchó con los suyos. Poco después, rompía la barrera nacionalista de presentarse en coalición con los federalistas de EU y AGE superaba al BNG. Era el inicio del autodenominado rupturismo. De su mano también salió del Bloque Martiño Noriega, entonces alcalde de Teo y hoy regidor de Santiago bajo una marea.

El sucesor de Beiras fue Anxo Quintana, que el año pasado rompió el carné frentista al no compartir "ni en la forma, ni en el fondo, ni en la táctica, ni en los objetivos estratégicos, el proyecto político del Bloque de hoy". Su decisión se producía tras fracasar el intento de impulsar una plataforma nacionalista.

Uno de los rostros más populares del Bloque fue Carlos Aymerich

, diputado en las Cortes y portavoz parlamentario en O Hórreo, que en 2012 se alió con Beiras para tratar de arrebatar el poder interno a la UPG y apostar por un mayor aperturismo. El año pasado dejó de militar molesto por el rumbo seguido y la negativa acercarse al espacio político del que fuera su aliado.

Por el medio, múltiples cargos municipales decidieron dejar atrás sus siglas y apostar por las mareas, caso del alcalde de Salceda, Marcos Besada, o del exregidor de Manzaneda, David Rodríguez, que siguió a Beiras a Anova, primero, y En Marea, después.