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El 7% del total del país

Las infraestructuras públicas suman 25.500 millones en Galicia

La comunidad es una de las que registra un mayor aumento de la inversión tras la crisis gracias a las administraciones -La capacidad para atraer capital privado está estancada

La grave crisis marcó un antes y un después en todo lo que tiene que ver con la economía. Que es mucho. Y evidentemente del cambio no se libró la inversión. Es la gasolina del tejido productivo y lo que más sube y baja dentro del gasto total en un territorio, más incluso que el consumo de los hogares, porque la mayoría sale de las empresas "y responde fundamentalmente a las expectativas de beneficios futuros que estas tengan en cada momento", como recuerda el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) en la actualización que acaba de lanzar de su conocido informe sobre la acumulación y la productividad del capital en España, de la mano de la Fundación BBVA. Hay dos fases clarísimas en la evolución durante este siglo. Una primera mitad durante la "prolongada expansión de la actividad económica" en la que la inversión no dejó de crecer hasta alcanzar su máximo histórico en 2007 -con más de 335.000 millones de euros-; y una segunda etapa de descenso "intenso y continuo" con la recesión a la espaldas, que no mostró síntomas de recuperación apreciables hasta 2015, "aunque todavía muy inferior de los registros habituales durante los años previos a la crisis". Fue también un momento de metamorfosis para Galicia, entre las comunidades con mayor crecimiento en el capital acumulado, sobre todo en infraestructuras públicas, que suman hasta 2013 más de 25.500 millones de euros.

Aún así, Galicia no destaca precisamente por ser un territorio idílico en inversión. La región representa el 5,9% de la población del país; alrededor del 5,2% del Producto Interior Bruto (PIB); y un 5,8% de la superficie. Desde todos esos puntos de vista, "la capitalización es claramente inferior a la media nacional". ¿A cuánto asciende el stock de capital en Galicia? A 177.181 millones de euros. Unos 64.400 euros por habitante. A 3.400 euros de esa media estatal. Es la sexta comunidad por la cola. Solo aventaja a Valencia (63.700 euros), Murcia (63.650), Canarias (63.189), Extremadura (58.510) y Andalucía (53.040).

Al otro lado de la balanza están Navarra (81.980 euros por habitante), Madrid (79.050) y Aragón (76.760). El podio histórico de la inversión en el Estado en función de su número de habitantes. A continuación figuran Baleares (75.040 euros), La Rioja (74.470), Castilla y León (74.460), Cataluña (73.930) y País Vasco (73.290).

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"El proceso de acumulación de capital es resultado del esfuerzo inversor mantenido a lo largo del tiempo. Dentro de un área económica con elevada movilidad de capital financiero, como es un país, el elemento clave para la localización de la inversión no es tanto la capacidad de ahorro específica de cada territorio como la capacidad de atraer inversión, haciendo que los proyectos se realicen en una zona o en otra", afirman los expertos del Ivie. Por eso las decisiones de gasto tienden a concentrarse en los territorios "de mayor dimensión económica". En Cataluña, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana.

"A grandes rasgos -indica el informe-, la situación es similar durante este siglo a la que caracterizó el proceso de acumulación en el pasado". Pero hay algunas novedades. Las que vienen de las áreas que logran un mayor impulso, un aumento "muy significativo" de su capacidad para atraer inversiones: Madrid y Andalucía, especialmente, y Castilla-La Mancha, Canarias, Murcia y Baleares. Por el contrario, Cataluña, País Vasco, Castilla y León y Comunidad Valenciana pierden terreno. Eso ha permitido que Galicia se coloque como la quinta autonomía que entre 2000 y 2013 captó más en el total de las inversiones en España. No por méritos propios -de hecho, entre 1964 y 2000 se movía alrededor del 5% y en ese mismo porcentaje está ahora-, sino por las caídas de País Vasco y Castilla y León, que superaban en el siglo pasado el 6% y están ahora por detrás de Galicia.

En la comparativa de provincias, A Coruña ocupa el noveno lugar de España después de un ligero incremento que le lleva a amasar más del 2% de la inversión. Pontevedra está en la posición 19; Lugo en la 37; y Ourense en la 42. Las tres con pequeñas caídas a partir de 2000.

Desde la óptica del PIB, en relación al tamaño de la economía de cada región y la actividad que genera, Galicia sí sale mejor parada. En general, las tasas de inversión son más altas que en el siglo pasado en prácticamente la totalidad de las comunidades, aunque con diferencias notables entre unas y otras. "Los datos muestran, por tanto, que la capacidad de los territorios de atraer inversiones es muy distinta y también cambiante en el tiempo", señala el Ivie. "Este hecho es relevante -añade- ya que en el esfuerzo inversor se encuentra una clave fundamental para explicar el dinamismo económico y demográfico de los distintos territorios". Entre los ascensos sobresalientes está Galicia. Hasta 2000, el esfuerzo inversor equivalía al 22,8% de su PIB. Únicamente País Vasco y La Rioja contaban con proporciones peores. Entre 2000 y 2013, la comunidad alcanza el 27,9%, lo que le aúpa hasta el quinto lugar en empate con Baleares y casi dos puntos más que la media estatal.

"Estos resultados -como confirma el informe- están condicionados en parte por el peso de la inversión residencial y el dispar patrón geográfico propio del boom inmobiliario que ha marcado de modo importante el proceso de acumulación de capital en España durante la parte de este siglo que precede a la llegada de la crisis".

Sin tener en cuenta la inversión en vivienda, el punto de partida de Galicia es mejor. Ni la burbuja estuvo tan inflada como en otras zonas de España ni los efectos del estallido fueron tan brutales. El desembolso asciende a 66.738,9 millones de euros. Es la principal partida del stock de capital en la comunidad, pero únicamente el 5% del conjunto del país -menos, por tanto, que su peso en población-, gracias también a que el precio del metro cuadrado nunca estuvo entre los más disparados.

En infraestructuras públicas sí que hay un salto cuantitativo en los últimos años y una posición privilegiada para Galicia. Solo en los dos últimos ejercicios analizados por el Ivie, en 2012 y 2013, el alza del capital fue de 1.600 millones, sin duda con la contribución de las obras del AVE. Los 25.550,8 millones que concentra la región representan el 7,4% del capital en infraestructuras en España. Por encima incluso de ese porcentaje están las carreteras (8,6%), el tren (7,7%) y puertos (13,4%).

Las administraciones cubren en Galicia las lagunas que deja la inversión privada por esa menor capacidad para atraer capital. De cada 100 euros públicos en el Estado, ocho se movilizan en Galicia. En el sector privado la comunidad apenas pasa del 4%. Al margen de infraestructuras y vivienda, el stock más ligado a la actividad de las empresas ronda los 85.000 millones. Menos de la mitad.

Al gasto en I+D le cuesta arrancar

  • Una de las grandes conclusiones del nuevo balance del Ivie y la Fundación BBVA sobre el stock de capital en España es el "cambio profundo" que experimenta el patrón de inversión. Vivienda y otro tipo de construcciones se llevan los grandes números, pero en la actualidad la inversión en maquinaria ya supera al gasto en la compra de un inmueble y la "reorientación" hacia activos de las tecnologías de la comunicación y la información (TIC) y otros inmateriales como la I+D. "Todo apunta a que España avanza hacia un nuevo patrón de acumulación, en especial desde que comenzó la crisis. Este cambio en la composición del capital hacia los activos para la competitividad de la economía española resulta alentador, aunque todavía insuficiente", advierte.A la Galicia le cuesta engancharse a la innovación, que hasta 2013 representaba el 4,2% del total de la inversión en I+D en España.Por sectores, el 9% del capital acumulado en activos de pesca y agricultura están aquí. El 5% de la industria. Y el 6,9% de la construcción. En el apartado de servicios, los de carácter privado alcanzan los 43.000 millones y los públicos los 29.500, aunque los primeros suponen el 5,4% del total en el país y los prestados por administraciones el 8%.

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