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Los docentes admiten "grandes carencias" formativas para usar en el aula las nuevas tecnologías

Una encuesta a casi 700 profesores gallegos revela un nivel medio en conocimiento y uso didáctico de las TIC - Suspenden en la creación de materiales educativos digitales como tutoriales o mapas

Alumnos de un centro de Primaria trabajando con sus portátiles y la pizarra digital. // V. Echave

Alumnos que estudian sin libros, aulas con pizarras digitales para que los más pequeños aprendan a reconocer números y letras, un ordenador por pupitre y adiós a las aulas de informática, apuntes virtuales de la clase compartidos en red por el profesor y los alumnos ... las nuevas tecnologías han irrumpido en los últimos años en los centros educativos con fuerza y los profesores no siempre están a la altura. Una encuesta a 676 docentes de toda Galicia y de todas las etapas educativas no univesitarias revela que su formación en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) "continúa presentando grandes carencias" para utilizar con garantía plena de éxito las TIC como recurso educativo.

La Xunta ha hecho en los últimos años una gran apuesta por llenar las aulas de computadoras, porque haya niños que se olviden del papel y estudien sólo con la tablet y por decir adiós a la tiza y fiar la enseñanza a las pizarras digitales, pero un estudio de las profesoras de Ciencias de la Educación de la Universidade de Santiago, Josefa Carmén Fernández de la Iglesia, Carmen Fernández Morante y Beta apunta que no basta solo con dotar las clases de tecnología, también hay que formar a los profesores para que le saquen el mayor rendimiento, a los que ya están en las aulas con cursos de formación continua y a los que están por estrenarse en el oficio, en las escuelas de Magisterio.

"Debe favorecerse una formación para el uso didáctico de las TIC y el desarrollo de materiales y escenarios educativos digitales", concluyen las promotoras del sondeo.

La encuesta revela que los profesores de Primaria, Secundaria y Formación Profesonal tienen un nivel medio, un 2,55 en una escala de 0 a 4, en el manejo técnico de las nuevas tecnologías. Es decir, saben instalar un programa de software, usar hojas de cálculo, instalar un antivirus o editar imágenes digitales.

Sin embargo, su competencia baja a un 2,27 en el uso didáctico de las TIC. Dicho de otro modo, ya no se les da tan bien utilizar las TIC en el proceso de enseñanza, para captar la atención del alumnado o motivarlo, para supervisar las actividades de aprendizaje o para individualizar la enseñanza.

Y claramente suspenden, con un 1,28 en una escala de 0 a 4, en su capacidad para diseñar materiales y escenarios educativos digitales propios para adaptarse a las necesidades de sus alumnos. Por ejemplo, son muchos lo que no saben crear un periódico escolar digital, montar un video didáctico digital, crear mapas conceptuales interactivos o hacer tutoriales interactivos. Si los profesores no saben hacerlo, ¿cómo pueden enseñar a sus alumnos o hacerlo o formarles mejor en un mundo digital? Para las autoras del estudio es precisamente el diseño de materiales y escenarios educativos la competencia TIC que aporta "mayores beneficios potenciales" a los alumnos.

Brecha de género

La encuesta también evidencia que a las profesoras les cuesta más manejarse con las nuevas tecnologías que a los profesores. O eso piensan ellas. Al autoevaluarse se ponen un 2,25 frente al 2,90 de los docentes en el manejo técnico de las tecnologías de la comunicación y la información. Peor se autovaloran en el uso didáctico que hacen de las nuevas tecnologías, un 2,18 frente a un 2,37 que se ponen ellos. Y si ellos se autocalifican con un 1,61 en diseño de materiales y escenarios educativos digitales, ellas rebajan su nota a un 0,97 en una escala donde la puntuación más elevada es un 4.

A las autoras del informe no les sorprende esta diferencia por sexo. "Es un reflejo de la trecha digital por género que se aprecia en el resto de ámbitos sociales", observan.

El sondeo también apunta que los profesores de FP controlan más de nuevas tecnologías que los de Primaria y Secundaria y que cuanto más jóvenes (24-39 años) son más control tienen de las nuevas tecnologías y más a gusto se sienten para utilizarlas en las aulas como un recurso educativo más.

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