La deuda de los ayuntamientos ya no aumenta. Al menos eso fue lo que ocurrió en 2015. Por primera vez en los últimos cinco ejercicios los intereses y amortizaciones de los préstamos que tuvieron que pagar los concellos cayeron durante ese año. Fue un 15% menos que en 2014 al pasar de 158,6 millones a 134,7. Aún así la carga financiera ligada a la deuda pública de los municipios aún sigue en niveles muy elevados. Por ejemplo, en 2007 era 115 millones, un 15% menos. Durante 2015, los concellos gallegos tuvieron que abonar de media 49 euros por habitante debido a la deuda que tenían.

Como ocurre con los ingresos que reciben por la venta de suelo y propiedades, el comportamiento de la deuda también varía según el tamaño de los municipios. Los únicos que la aumentaron con respecto a 2014 fueron los de menos de 5.000 habitantes (que también son los más numerosos: 200 concellos). El incremento fue del 8% al pasar de 16,5 millones a 17,9. El resto redujo la deuda. En porcentaje, la mayor caída se produjo entre los que tienen entre 20.000 y 50.000 habitantes, que bajó un 31% (de 22,6 a 15,5 millones). Les siguieron los que cuentan entre 5.000 y 20.000 y 50.000 y 100.000 residentes con un descenso del 21% y del 20%, respectivamente. Los primeros disminuyeron su deuda de 46,4 a 36,4 millones y los segundos, de 28,4 a 22,5. Un tercio de toda la deuda de los concellos gallegos está en manos de los tres ayuntamientos que superan los 100.000 habitantes (A Coruña, Vigo y Ourense). En 2014 eran 44,6 millones y en 2015 la redujeron un 5% hasta 42,2.