"Ojalá se pueda conocer algo más. Ojalá se pueda conocer por qué entre el año 2005 y 2009 las cajas de ahorro en Galicia tuvieron un deterioro tan grande. Por qué se incrementó tanto la red de oficinas. Por qué esas oficinas mayoritoriamente se abrían en Levante y en lugares de enorme especulación urbanística. Por qué se incrementaron tanto los riesgos y las inversiones en inmuebles. En definitiva por qué las cajas gallegas entre 2005 y 2009, cuando yo tomé posesión como presidente de la Xunta por primera vez, las cajas estaban en una situación límite desde el punto de vista financiero". Eso espera Alberto Núñez Feijóo de la comisión de investigación que se creará en el Congreso para analizar toda la crisis financiera en España, pero no de la comisión abierta en Galicia solo para la fallida fusión de Caixanova y Caixa Galicia, y en la que el PP no aceptará volver a pedir nuevas comparencencias o reclamar más documentación. Solo aprobará el dictamen con su versión de lo que sucedió con el matrimonio de las cajas gallegas.

En una entrevista en la Radio Galega, Feijóo, al ser preguntado por la comisión que se constituirá en el Congreso, defiende que la creada en la pasada legislatura en la Cámara autonómica actuó "con tranquilidad y absoluta transparencia y la Xunta remitió todos los datos que tenía a la comisión, pero hay personas que no acudieron porque dependían del Gobierno central y el entonces gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Órdoñez, no quiso ir y trasladó un argumentario". Acto seguido añadió en alusión a la comisión de Madrid: "Ojalá se pueda conocer algo más" de lo que pasó en Galicia y denunció en general "el deterioro tan grande de las cajas gallegas" y su elevada exposición al ladrillo en Levante.

Cuando se acordó la integración de Caixanova y Caixa Galicia, la entidad del sur se negaba al matrimonio, pero el Banco de España le convenció de la alianza, dándole el timón de la operación, y asegurando que la fusión sería viable con la venta de las 250 oficinas de Caixa Galicia en el exterior de Galicia, especialmente en el Meditarráneo. El plan de integración destapó pérdidas de 2.090 millones de euros en los activos de Caixa Galicia. Y José Luis Méndez fue apartado de la fusión por el Banco de España porque se le culpó de la mala situación de la entidad del norte. Las actas de inspección del Banco de España, antes de la integración, dejan claro que su riesgo era "muy alto", e incluso estaba "cuestionada su viabilidad como entidad independiente".

Feijóo tiene claro que "entre los directivos de las cajas y el Banco de España, y algún político también, son los responsables por lo menos de una parte de la desfeita financiera que sufrieron las cajas". Eso sí, por la parte que le toca no da un paso atrás. "Volveríamos a hacer lo mismo", asevera. Al ser preguntado por la imputación de Fernández Ordóñez en el caso Bankia, contesta: "No me alegro por la imputación de alguien. Me remito a mis declaraciones desde 2009. El Banco de España no actuó con la diligencia debida en la fusión de las cajas, en la supervisión de las cajas y en la remodelación bancaria española. Tengo experiencias que acreditan que el Banco de España debe ser investigado como se investigaron también a directivos de las cajas".

También se le cuestionó por "alguno de esos responsables de cajas no han tenido que responder jurídicamente por esas inversiones en Levante" y Feijóo respondió: "De momento, no. Hay actuaciones que de momento no están siendo sancionadas. Esto es lo que hay de momento. No podemos saber que va a ocurrir. Mire Fernández Ordóñez acaba de ser imputado por la salida a bolsa de Bankia. Lo que sí le digo es que nosotros actuamos con absoluta transparencia y volveríamos a hacer lo mismo. Yo informé por escrito al Banco de España cuando supe que los directivos de las cajas ya fusionadas y socorridas con el dinero de todos estaban incrementando sus salarios. Le pedí que dejara sin efecto las subidas y no obtuve respuesta". Los exdirectivos procedentes de Caixanova ya fueron condenados y cumplen pena de prisión por el caso de millonarias jubilaciones. José Luis Méndez, de Caixa Galicia, se fue con 18 millones de euros, la cantidad más abultada, pero como se jubiló en una entidad quebrada, pero no intervenida por el Estado se libró de sentarse en el banquillo. La oposición ya anunció que quiere abordar en la comisión en Madrid los papeles de la jubilación de Méndez.