El primer ejercicio en el que el Ministerio de Educación cambió el sistema de becas, tres años atrás, los pagos no llegaron hasta febrero-marzo. Al estudiantado becado les pareció muy tarde. Con la adaptación de los estudios superiores al Espacio Europeo de Educación Superior, el llamado proceso de Bolonia, el inicio del curso en los campus se adelantó prácticamente un mes. Se empieza en septiembre, incluso antes del arranque del curso en la educación básica. Es por ello que los universitarios advirtieron que febrero o marzo era "demasiado tarde" para el abono de la ayuda estatal. Los estudios universitarios suponen, en muchos casos, "cambio de domicilio, pago de residencia, costes de desplazamiento, a mayores de los gastos derivados de los estudios en sí", explican fuentes del sector universitario. Para muchas familias, la tardanza de la beca supone un adelanto de los gastos, a la espera de la llegada de la cuantía subvencionada. Transcurridos tres años, con el sistema nuevo de becas más implantado (supuso modificaciones también en la gestión y en las fórmulas de pago), en diciembre parte de los becados ya habían recibido la parte fija de la cuantía. La parte variable, de menor cantidad, se traslada, en la práctica, a la recta final del curso, de marzo en adelante.