A finales de octubre, los diputados elegidos en las autonómicas de septiembre tomaron posesión de su escaño y un mes después En Marea anunció los principales puntos de su carta financiera, el reglamento para que cada uno de sus 14 integrantes donase al menos el 20% del salario al nuevo partido, dejando libertad para hacer lo mismo a las siglas de procedencia de cada uno. Han pasado casi tres meses y ningún diputado ha cedido dinero todavía.
El motivo de esta situación radica en que En Marea no ha solventado los requisitos legales para dotarse de NIF y poder abrir una cuenta bancaria a la que cada diputado derivaría el dinero que le correspondiese en función de su sueldo, si bien el grupo parlamentario sí ingresa aportaciones de la Cámara.
Esa es la explicación aportada por fuentes del partido, que aseguran que cada diputado conoce ya cuánto dinero debe aportar y que, una vez la organización solvente los citados trámites administrativos, ingresarán lo que les corresponde desde su toma de posesión. Añaden que se resolverá "en días".
En Marea estableció el compromiso de que cada diputado aporte un porcentaje de sueldo en función de las responsabilidades y retribuciones de cada uno, si bien el documento todavía no es público, pese a haber anunciado que se colgaría en su web. Un diputado raso cederá el 20% de sus 4.800 euros mensuales.
Estas reglas económicas generaron controversia en Podemos, que cuenta con siete de los catorce diputados de En Marea si bien a título individual, pues sus siglas no aparecen en el nuevo partido instrumental. El matiz es clave y a él se agarraron al menos dos diputadas, Luca Chao y Paula Quinteiro, para mostrarse a favor de ceder parte del sueldo solo a En Marea, alegando que son las siglas bajo las que se presentaron, y no a su formación de procedencia, si bien no estaba claro si dispondrían de excedente.
En Marea cuenta con el citado sistema, mientras los integrantes de Podemos se comprometen a no cobrar más de tres sueldos mínimos y ceder el resto. Ahí tampoco están claras las cifras. El suelo mínimo (SMI) asciende a 655 euros al mes, por lo que el tope sería de 1.965, aunque algún diputado lo eleva a 2.292 porque cobran 12 pagas y no 14.
La resolución del conflicto quedó postergada hasta Vistalegre y ahora la dirección de Podemos prevé exigir a sus diputados de En Marea el cumplimiento de su compromiso de la donación salarial y establecer así una regla general para sus alianzas.
En Vistalegre no se resolvió esa cuestión, pero la dirección ya prepara un reglamento que establecerá esa norma, según fuentes de Podemos. El documento no está cerrado y se prevé aprobarlo "en días".
El conflicto sobre los salarios no acaba ahí. La secretaria general morada en Galicia y también parlamentaria, Carmen Santos, defiende ceder fondos a su propio partido y quiere negociar con sus socios el reparto de cada miembro de su fuerza, si bien insiste en que confía en resolverlo de manera consensuada y rápidamente.
Por su parte, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se refirió ayer a la relación con En Marea. En TVG, dejó en manos de sus bases en Galicia la decisión sobre sus alianzas, aunque confió en hallar modelos "en que cada uno pueda conservar su identidad". "Seguro que se encuentran fórmulas para trabajar juntos", dijo.
También se refirió al debate sobre el papel de Villares, al que parte de sus compañeros no quieren como líder orgánico de En Marea. "Debo respetar la autonomía de los compañeros. Ese estilo de intervencionismo viejo desde Madrid es antiguo y no lo comparto", declaró, si bien en verano fue él quien anunció a través de las redes sociales que Podemos cedía y se sumaba a En Marea diluyendo sus siglas y no como coalición.
