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Galicia vuelve a financiarse por sí misma ante el retraso de los préstamos del Estado

Galicia afrontó este mes un vencimiento de 257 millones de euros y el día 3 de marzo le toca otro de 530 millones. Facenda está a la espera de conocer las condiciones del Tesoro

Galicia vuelve a financiarse por sí misma // Pixabay

Tras su última cumbre con los responsables económicos de las comunidades el pasado 22 de diciembre, el ministro de Hacienda dio por hecho que en este nuevo año seguirán en vigor los instrumentos de financiación que el Gobierno impulsó a partir de 2012 para ayudarles a cubrir el endeudamiento sin pasar por la marejada que entonces azotaba a los mercados. Tanto el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), para aquellas regiones que incumplen el objetivo de déficit, la regla de gasto o el plazo de pago a proveedores; como el Fondo de Facilidad Financiera (FFF), al que pueden acogerse el resto de contadísimos territorios que, como Galicia, sí están al día en el equilibrio de sus cuentas. Cristóbal Montoro avanzó incluso que su intención es que el respaldo -a través de préstamos del Tesoro con bajos intereses- se prolongue hasta 2019, cuando las comunidades estarán, dijo, listas para financiarse sin problemas por ellas mismas. Pero la Xunta ha tenido que volver a hacerlo mucho antes. Con mes y medio que va ya de 2017, Hacienda no desveló todavía las condiciones de los créditos para el actual ejercicio y el Ejecutivo gallego se ha visto obligado a buscar una alternativa para afrontar el vencimiento de una emisión de bonos de 257 millones de euros el pasado día 2.

En la Consellería de Facenda no detallan cómo se finiquitó la emisión, pero sí confirman que no fue a través del FFF porque ninguna comunidad recibió de momento fondos de él. El departamento que dirige Valeriano Martínez está a la espera de saber la letra pequeña de los préstamos, que en su caso, gracias a adaptarse al techo de déficit marcado por Moncloa y satisfacer el resto de requisitos, vinieron en los dos últimos años con cero intereses hasta 2019. Como sucedió hasta ahora, una vez que se conozcan las cláusulas de este ejercicio, la Xunta tomará la decisión que más le convenga para seguir en la senda de la contención del gasto financiero.

En los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC) ni tampoco en la información pública de Facenda sobre su endeudamiento consta ninguna nueva operación de este tipo en los últimos días, por lo que probablemente la Xunta ha recurrido a un préstamo convencional para el desembolso de los bonos que caducaron. A diferencia de las que no cumplieron las directrices de la disciplina presupuestaria, Galicia no necesita permiso del Gobierno central para emitir deuda o firmar un crédito. "Los vencimientos se afrontaron con normalidad y se seguirá haciendo así en los próximos", señalan en Facenda.

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A la vuelta de la esquina está otro vencimiento muy relevante. El segundo más cuantioso de los que acumula Galicia. Son 530 millones de euros de una tirada de bonos que se lanzó en 2013 con un tipo del 5,763% y que acaba el próximo 3 de abril. Dentro de tres semanas. La ventaja de cerrar esta emisión estará en la suculenta rebaja de las cargas que tenía ante el elevado importe del cupón que abonaba la Xunta a los inversores.

Entre noviembre y diciembre están los cuatro vencimientos de valores que completan el ejercicio. 130 millones de dos emisiones con tipos del 5,357%; otra de 154,19 millones que se venía remunerando al 6,28%; y una más de 74 millones al 6,964%, el tipo más caro de la cartera de deuda de la Xunta.

Los presupuestos prevén un coste total de 1.588,1 millones en amortizaciones este año, por lo que a la cancelación de las seis emisiones de bonos hay que sumar otros cerca de 443 millones de euros que probablemente son créditos bancarios.

Galicia no es una excepción en la encrucijada de asumir vencimientos sin los mecanismos estatales. El Gobierno dio el visto bueno a Cataluña para refinanciar 1.378,39 millones y para que emitieran nueva deuda Castilla y León (239,35 millones), La Rioja (416,71 millones) y Andalucía (1.985 millones). También Navarra (400 millones de euros) y País Vasco (897,86 millones) recibieron el permiso para acudir al mercado, pero en ellas no es extraño porque fueron las dos únicas autonomías que nunca pidieron créditos al Estado. El pasado día 8 Madrid logró colocar 1.000 millones en bonos a diez años con un tipo del 2,14%.

El 20% de la deuda está en el Fondo de Facilidad

  • Al cierre del tercer trimestre del pasado año, la deuda de la Xunta alcanzó los 10.624 millones de euros, el equivalente al 18,5% del Producto Interior Bruto (PIB) regional. Galicia es la quinta comunidad con menos endeudamiento en relación al tamaño de su economía, muy por debajo del 24,6% que alcanza el conjunto de las autonomías. Solo otras cuatro tienen un pasivo menor al suyo. Son La Rioja, con una deuda pública del 18,3% de su PIB; Canarias (16,2%), País Vasco (15%) y Madrid (14,2%).Además de la tendencia al alza en la cuantía en la totalidad de los territorios por la merma de los ingresos públicos durante los años duros de la crisis, el tipo de deuda ha cambiado mucho en este tiempo. Especialmente tras la aparición de los fondos de financiación estatales. La emisión de valores en Galicia se ha ido reduciendo hasta situarse en 4.643 millones de euros. La mayoría son préstamos, 5.982 millones (56,3%) a finales de septiembre, que se reparten entre los 2.284 millones en créditos con entidades españolas, otros 1.156 millones con entidades foráneas, 396 millones en la fórmula de colaboración público-privada con la que se han acometido proyectos como el hospital de Vigo, y 2.146 millones a cargo del Fondo de Facilidad Financiera del Estado, que tiene en sus manos el 20% de la deuda gallega.

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