Las intensas lluvias caídas durante los últimos cuatro días no han sido suficientes para levantar la prealerta por sequía. Después de cuatro meses sin apenas precipitaciones, la Xunta mantiene las precauciones, pues considera que para recuperar la normalidad hidrológica será necesario que siga lloviendo de forma continuada en los próximos días.

Desde la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil estima necesaria una precipitación de 250 litros por metro cuadrado en dos semanas para que se recuperen los embalses.

Durante los temporales se alcanzaron registros de casi 15 litros por metro cuadrado en un día en las Rías Baixas.

El presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín, explica que la situación ha mejorado mucho desde que empezó a llover, pero advierte que el agua embalsada está aún al 58 por ciento, "muy lejos" de la media histórica para esta época que se sitúa en el 72 por ciento.

Los ríos, sin embargo, han sufrido importantes crecidas e incluso se activó la alerta durante unas horas en el río Avia, en Ribadavia, por riesgo de desbordamiento.