El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, no superó ayer la cuestión de confianza. La planteó vinculada a los presupuestos de su Gobierno, rechazados en el pleno el mes pasado y que no han encontrado apoyo de un PSOE coruñés que atraviesa la peor crisis interna de su historia. En el pleno extraordinario, los socialistas dijeron no, al igual que el PP. La concejal del BNG ofreció su apoyo crítico. El resultado final 16 votos en contra y once a favor. El siguiente capítulo, según la ley, son treinta días de reflexión para que los que consideran que el alcalde no debe seguir ocupando el puesto conformen un gobierno alternativo y planteen una moción de censura. A treinta días vista, parece que eso no va a pasar, pues el PSOE asegura que esta posibilidad no entra en sus planes.

Ferreiro aseguró que esperaba que la sesión no fuese "un punto de llegada" con el PSOE sino "un punto de inflexión" y los socialistas añadieron que no está "en su calendario" a medio plazo la moción de censura, señalando incluso que está dispuesto a sentarse, si Marea Atlántica abandona el "victimismo" y les llama, para hablar de asuntos como el área metropolitana y la fachada marítima. El PP cree que quien tiene que mover ficha son los socialistas, que invistieron a Ferreiro como regidor y permitieron el Gobierno de Marea Atlántica en junio de 2015.

Por tanto, pasado un mes sin novedades, el presupuesto diseñado por el Ejecutivo quedaría aprobado automáticamente y proseguiría el mandato de Marea, con la duda de qué peajes pagará en las próximas votaciones claves que lleve al pleno, en el que está en minoría. Durante esos treinta días el alcalde sigue en su puesto y no cesa ni tampoco se queda en funciones. Así lo prevé la ley de Régimen Electoral para aquellas cuestiones de confianza que estén ligadas a aprobación o modificación de presupuestos.

Negociaciones rotas

Los presupuestos llegaron a esta cuestión de confianza después de que hace una semana los socialistas y los representantes del Ejecutivo de Marea alcanzasen un preacuerdo, que saltó por los aires porque el PSOE no quiso garantizar al estabilidad del Gobierno local en lo que queda de mandato.

Destacando el no "conjunto" de PP y PSOE y navegando el desafío y la "mano tendida", el alcalde, Xulio Ferreiro, manifestó que queda un mes "en el que se tendrá que confirmar si únicamente era una cuestión de entorpecer un mes más la aprobación de los presupuestos" o "hay una voluntad o una previsión de que el PP y el PSOE se pongan de acuerdo para conformar un gobierno alternativo".

Recalcó, tal y como había hecho en el pleno, que no hay "ningún tipo de animadversión" por el PSOE y recordó su entendimiento en la Diputación con el Gobierno del socialista Valentín González Formoso. Ante las acusaciones de no tener voluntad de llegar a un acuerdo, que Marea devolvió a los socialistas, el primer edil insistió en que la cuestión de confianza ha sido "un escenario no deseado" para ellos y le parece "inconcebible" que lo acusen de buscar esta situación intencionadamente "con todas las oportunidades y plazos" que dieron "con la situación del Partido Socialista".

"Espero que el PSOE pueda arreglar su situación interna porque eso será bueno para la ciudad y será bueno para tener estabilidad", recalcó Ferreiro, quien sigue viendo "muchos puntos en común con el PSOE". "A ver si somos capaces de encontrar la fórmula para evitar estos desencuentros reiterados que no favorecen a nadie y que os puedo garantizar que a mí me dan muchos dolores de cabeza y me consumen muchas energías y que al final quien lo acaba pagando es la ciudad", deseó.

Sin cambio de regidor

En el PSOE ejerció como portavoz oficioso, puesto que no se ha elegido el sustituto de José Manuel Dapena tras su dimisión, es José Manuel García, edil que entró en la lista como miembro independiente auspiciado por Mar Barcón y a lo largo de año y medio ha acabado asumiendo un papel protagonista en decisiones y negociaciones, como las de los presupuestos. Dijo que entre sus planes no está la moción de censura. "Nosotros no mencionamos esa palabra ni entra dentro de nuestro calendario cercano y a medio plazo", aseguró alterminar la sesión plenaria.

La portavoz del PP, Rosa Gallego, se mostró a la expectativa tras el pleno, en el que pidió al PSOE que eligiese entre "el rescate de la ciudad" o "el caos", lanzándole una guante para ver si acercan posiciones. "Veremos lo que hace el PSOE", indicó la edil. Aseguró que ellos han intentado dialogar y de la sesión plenaria destaca la "cero autocrítica" del Gobierno, al tiempo que criticó a Xulio Ferreiro por ser "rehén" de la Rede de Marea Atlántica, respecto a las reticencias a que Mar Barcón fuese una de las ediles elegidas para desarrollar proyectos en común entre ambos partidos, pactados en el preacuerdo que saltó por los aires.