El desacuerdo entre Marea Atlántica y PSdeG en A Coruña provocará hoy que el gobierno local, uno de los símbolos de la irrupción del rupturismo en la escena política junto a Santiago y Ferrol, se juegue su continuidad. Una sesión plenaria debatirá este mediodía una moción de confianza vinculada a los presupuestos municipales para 2017 en un órdago del alcalde, Xulio Ferreiro, tras el fracaso de la negociación con los socialistas. De ganar, Marea Atlántica aprobará sus cuentas. Si pierde la votación, se abrirá un período un mes para que la oposición busque un candidato alternativo y plantee una moción de censura.

En octubre pasado, Ferreiro ya mentó la posibilidad de recurrir a esta opción si no lograba un acuerdo con el PSOE, que facilitó su acceso a la alcaldía, pero que ha mantenido un tensa relación con Marea Atlántica, dificultada en los últimos días por la crisis interna de los socialistas tras las dimisiones de su portavoz municipal, José Manuel Dapena, y su secretaria xeral, Mar Barcón. La agrupación está ahora en manos de una gestora.

Las opciones de esquivar este choque de trenes se esfumaron ayer por la mañana, cuando Marea y PSOE se levantaron de la mesa de negociación poniendo fin formalmente a las conversaciones. ¿El motivo? La Marea Atlántica pedía a los socialistas un pacto de "estabilidad" que fuese más allá de los presupuestos, tal y como habían decidido sus bases, mientras que los socialistas rechazaban un acuerdo que fuese más allá de las cuentas y apostaban por dejar el debate de otros asuntos de fondo para más adelante, en línea con lo decidido por la gestora del partido.

Ayer por la mañana la Marea puso sobre la mesa su última oferta: a cambio de apoyar el presupuesto, aceptaba que el PSOE pasase de tres a cuatro concejales para cogestionar proyectos municipales bajo la supervisión del Gobierno local y reclamaba el apoyo de los socialistas a tres asuntos que el equipo de Ferreiro consideraba estratégicos: el impulso en pleno del área metropolitana, el desarrollo de un plan de movilidad elaborado por los socialistas cuando gobernaban y el respaldo a la titularidad municipal de los muelles del puerto interior y de la Solana, que ha abierto una pugna del concello con Puertos del Estado.

El concejal del PSOE, José Manuel García, y el presidente de la gestora socialista, Florencio Cardador, justificaron su rechazo a esta oferta alegando que no estaban dispuestos a aceptar "elementos nuevos" que fuesen más allá de la aprobación de las cuentas. "Nosotros estaríamos de acuerdo con llevar esos temas que pide el Gobierno a la comisión de seguimiento y negociarlos más adelante, pero no ahora", aseguró Cardador. "Son proyectos trascendentales. Podemos estar de acuerdo en la esencia, pero diferir sobre cómo se ejecutan", aclaró el exconcejal.

Una justificación que Xulio Ferreiro tachó de "excusa", teniendo en cuenta que, a su juicio, esos tres asuntos fueron puestos sobre la mesa de negociación por el PSOE. "Ellos fueron los que dijeron que este acuerdo tenía que ir más allá del proyecto de presupuesto", dijo.

El anuncio de la ruptura de las negociaciones puso en marcha la maquinaria de la Marea Atlántica en redes sociales a la que se sumaron Pablo Iglesias, líder de Podemos, o Luís Villares, portavoz parlamentario de En Marea.