El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, comprende que los gallegos duden de que finalmente el AVE pueda entrar en funcionamiento a finales de 2019, que es la última fecha avanzada por el Ministerio de Fomento. Entiende este "escepticismo galaico" porque, dijo, el calendario de las obras del tren de alta velocidad ha estado lleno de "engaños desde el año 2010", sin hacer distinción alguna entre los gobiernos del PSOE, con Rodríguez Zapatero, y del PP, ya con Mariano Rajoy. Eso sí, advirtió que ahora el AVE es "imparable", que no lo va a frenar ninguna fuerza política y que si el ministro Íñigo de la Serna incumple, él será "el primero" que se lo recuerde.

Al término de la reunión semanal de la Xunta, el presidente reiteró que él ya había anticipado que un año de "bloqueo" al Gobierno iba a repercutir en las decisiones que podía tomar, muy limitado en sus competencias por estar en funciones, por lo que se mostró convencido de que los gallegos afrontarán de modo "razonable" el nuevo retraso del AVE confirmado por De la Serna el pasado martes en una reunión con el propio Feijóo.

Pero a su juicio, el problema no es la demora de casi un año con respecto al último plazo, sino que a los gallegos les han cambiado "la fecha de finalización desde hace años". "Llueve sobre mojado y los gallegos no pueden estar satisfechos con las fechas porque nos han engañado desde 2010 hasta ahora", apuntó. Finales de 2019 es el quinto calendario oficial para unas obras que también tuvieron como plazo de conclusión los años 2010, 2012, 2015 y 2018.

No obstante, Feijóo apeló a "contextualizar" el nuevo retraso, dado que España estuvo "por primera vez" durante un año con un gobierno en funciones y "sin ministro de Fomento, ya se sus funciones durante los últimos meses se acumularon al ministro de Justicia".

En consecuencia, añadió, Adif no aprobó ningún modificado presentado por las empresas, lo que derivó en la paralización de cinco tramos del AVE, pendientes de que el Gobierno autorizara cambios técnicos por dificultades sobrevenidas que llevaban aparejados incrementos de presupuesto. En este sentido y, aunque entiende el "escepticismo galaico", el presidente sostuvo que no fue él quien ha dado "la nueva fecha", sino De la Serna. "Lo dijo el ministro delante de mí, dentro y fuera", sentenció

De hecho, el jefe del Ejecutivo autonómico valoró "mucho" la "transparencia" del ministro, que, recordó, se comprometió a venir a Galicia una vez cada 90 días para comprobar la evolución de las obras.

La construcción del AVE permaneció atascada en 18,5 kilómetros repartidos en cinco tramos (Prado-Cerdedelo, Cerdedelo-Portocamba, A Gudiña-Vilavella, Padornelo y Pedralba de la Pradería-Cernadilla), todos ellos con túneles y viaductos de difícil ejecución. Los cinco trechos ya están en vías de solución, si bien el ministro indicó que hasta mediados de este mes no podrá garantizar su resolución definitiva.

Los retrasos no son únicos de Galicia. También Fomento ha anunciado demoras en el AVE a Granada, lo que ha motivado una dura queja del Junta de Andalucía. "Si hay dinero público para Galicia, Cataluña o Valencia, también debe haberlo para Andalucía", reprochó ayer el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López.