Si con las edades operase la misma lógica que relaciona el valor de los bienes con su escasez, los jóvenes serían en Galicia lo más cotizado en el ámbito demográfico. Ni uno solo de los ayuntamientos gallegos puede presumir de que el grupo de edades comprendidas entre los 0 y los 24 años sea el predominante en su territorio. Pero en la costa atlántica, otra vez, las cifras no resultan tan apocalípticas. Lideran el peso de este colectivo los concellos de Ames, en A Coruña, donde niños y chicos representan el 27,4% de la población, y Salceda de Caselas, en Pontevedra, donde alcanzan el 26,6%.

Conforme se avanza al interior las cifras son menos alentadoras. Si en Pontevedra y A Coruña ningún municipio se conforma con menos de un 10% de peso de jóvenes sobre el total de la población, en Ourense y en Lugo ese umbral supone incluso una quimera para un total de 44 municipios, 34 de ellos en Ourense y una decena en Lugo. En esta última provincia, el que lo lleva peor sería Folgoso do Courel, con solo un 7,1% de vecinos que no han cumplido todavía los 25 años. En Ourense ese 7,1% es incluso un porcentaje alto para municipios como Lobeira, donde más del 95% de los residentes se sitúa por encima de esa edad.